martes, 25 de junio de 2024

“KANGUERÓ” … ¿Se nace o se…hace?

 
Kangueró-Argel-antipático: Persona desagradable, que no tiene gracia ni simpatía. ¿Es una opinión o hay motivos para calificar a cierta gente de Kangueró-Argel? ¡Sí, es kangueró el funcionario público que no roba el dinero público! 

Los antipáticos están conscientes de que con su comportamiento demuestran la falta de sintonía con ciertas personas. En muchos casos, se esfuerzan para que el otro o los otros no perciban ninguna muestra de reconocimiento ni de afecto ni de valoración. 

Hay gente que es selectiva a la hora de elegir con quién será hostil y con quién no. Otros, sin que se lo propongan, son antipáticos por naturaleza. De todo estamos en esta viña. Esto ocurre en todas las áreas, en la política hay políticos simpáticos y antipáticos…. 

De hecho, según un artículo del diario The New York Times, los técnicos han impuesto la idea de que el camino a la popularidad para un político es ser simpático, lo que significa que a los antipáticos les está prácticamente prohibido el ejercicio de la política. 

Pero, nada está todo dicho en la política, porque Donald Trump, considerado como un “empresario antipático”, podría llegar a ser reelecto presidente de Estados Unidos. 

Si bien en el campo político hay quien intenta demostrar simpatía, al sonreír de manera forzada, en el ámbito laboral y familiar -al parecer- no tiene ningún interés por ser ni parecer simpáticos, porque ya nacieron luego antipáticos. 

Cecilia Castelnuovo, psicóloga dice que, socialmente hay ciertos tipos como: el genial, el simpático y el odioso. Y ¿Por qué toleramos a los políticos corruptos? Héctor Sebastián Arcos, politólogo dedicado a mejorar la calidad de vida de las personas a través del análisis de datos sobre las capacidades, dice: 

“El pueblo es defensor de su propia desgracia. Tras las elecciones, los mismos que nombraron a los pretores se asombran de haberlos nombrado, cuando el favor, que es mudable, cambia de bando. Aprobamos y reprendemos a los mismos”.

La corrupción insidiosa y generalizada, tiene un impacto directo en el deterioro de la confianza de la ciudadanía y en la erosión de los pilares fundamentales de la democracia. 

Cuando la corrupción se instala en la sociedad, socava la credibilidad de la democracia. Esta pérdida de confianza se produce porque la corrupción corroe la legitimidad del sistema democrático …. La gente cada vez más se desilusiona de la democracia: disminuye el compromiso cívico, la participación política y crece la apatía general. 

La desconfianza y el no compromiso ciudadano debilita el ejercicio de derechos y deberes. Crea vicios que mutila la calidad ciudadana y la base misma de la democracia. En México, la corrupción amenaza la democracia como proceso para elegir a los gobernantes. Y por casa …. ¿cómo andamos

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