viernes, 15 de septiembre de 2023

LA PRUDENCIA

 
Decía aquel profesor: “la prudencia es una de las virtudes más importantes en la vida”. Supone cuidar el modo de hablar, distinguir lo bueno y lo malo, actuar de manera recta, prevenir que otros nos engañen, obrar con sentido común en lo que hacemos y decimos. 

¡Seamos prudentes al hablar! No juguemos con los sentimientos de nadie ni permitamos que otros lo hagan con nosotros. Tratemos a los demás como nos gustaría ser tratados. Es fácil dejarse llevar por el entusiasmo y decir cosas de las que luego nos arrepentimos. 

¡Seamos prudentes en nuestra conducta! Incluyamos buenas actitudes a nuestro modo de ser: respeto al otro, coherentes entre lo que decimos y hacemos. No abusemos de la confianza de los amigos. Al contrario, seamos ejemplo de compañerismo y amistad. 

La prudencia nos libra de problemas y ayuda a las buenas relaciones. Así podemos crecer y manejar con éxito cada uno de nuestros asuntos, sin tener que lamentar consecuencias de alguna acción incorrecta. 

Sócrates, famoso por su sabiduría y gran respeto a sus semejantes, propuso los tres filtros. Se refieren a una anécdota muy conocida. Es gran lección de vida, que se aplica a aquellos casos donde prevalece el se dice que“me dijeron, “upeicha o je´é”.  

En una ocasión, uno de los discípulos muy agitado le dijo que se encontró con uno de sus amigos y que, este le había hablado de Sócrates con gran maldad. Sócrates le dijo: ¡calma! 

Porque, antes de escuchar lo que tenía para contarle, el mensaje debía pasar por 3 necesarios filtros. Si no los superaba, la noticia no era digna de ser escuchada…el sabio preguntó a su discípulo: 

- “¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es verdad?” 

El discípulo pensó un momento y dijo: No estoy seguro de si lo que escuché, es verdad.

- “Entonces no sabes si todo es verdad o no”, preguntó Sócrates. El amigo admitió que no. 

El maestro hizo una segunda pregunta: “¿Lo que vas a decirme es bueno o no?”  El discípulo contestó que no era nada bueno. Todo lo contrario. Lo que tenía para contarle, le causarían malestar y aflicción.  

Sócrates insistió: “¿Vas a decirme algo malo, pero no estás seguro de que sea cierto?”. El discípulo admitió que así era.  

Entonces, el maestro plantea una tercera pregunta: “¿Es útil lo que tienes que decirme?” 

El discípulo dudó. No lo sabía. Quizás solo lo alejaría de ese amigo, pero como no sabía si era verdadbueno ni útil, paró con eso de: “es lo que escuché, me dijeron, dice que".  

¿Por qué se dice algo que no sabe si es ciertobueno, ni útil? Verdadbondad y utilidad son los tres filtros de Sócrates. Estas preguntas debemos hacernos antes de decir algo: ¿Estoy seguro de que lo que voy a decir es cierto?; ¿es bueno?; ¿Es útil o necesario decir?  

Y, preguntar una y otra vez: ¿Me consta? ¿Puedo probarlo? ¿Estoy dispuesto a jugar mi honor por esto? ¿Beneficia al otro, a mí mismo? ¿Mejorará la relación con los otros? Al escuchar o contar el mensaje, ¿mejorará la vida de uno o del otro? ¿Daña saber o no saber?  

Dice al refrán: ¡Somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras!

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