¿Qué puesto ocupa en el cosmos?
Se habla mucho de los retos de la educación en el Siglo XXI. Sobran Talleres sobre la globalización en el ámbito económico. También sobre tecnologías de la información y comunicación y la “eugenesia” (ciencia del buen nacer), según Sir Francis Galton.
Es que, La “pulcritud y refinamiento académico” inventó ostentosos términos idénticos a otros, sin provecho alguno, ya que nada, suman. Un ejemplo: deontología (palabra ideada por Jeremy Bentham, para decir lo mismo que hace 25 siglos se conoció como, Ética.
Y el cristiano hoy ¿qué puesto ocupa en el cosmos? Quisiera -como dice Carlos Díaz- no preocuparme de este tema, aunque sé que ese deseo es ya una preocupación, porque para muchos, ser cristiano hoy, pesa tanto como una hoja de papel, es decir, no gravita.
Devoran prensa picantosa, saborean escándalos de Rociíto y Yonito, son teleadmiradores que se alimentan de frivolidad “vyrorei”. Eso no significa: cristiano es igual a puritano. ¿Qué aporta un programa que idiotiza a las masas? ¡Escasean hoy, “aves de raro plumaje!
Con razón agrega Díaz: El arma más odiosa de la debilidad cristiana, es la mentira. Así, ¿Qué tan libres somos, si nuestro “ethos” (ñande rekove) transita vías de coimas, robos, adulterio, etc? ¿Qué de la verdad que nos hace libres?... se preguntará E. Mounier…
El cristiano da la cara, incluso, poniendo la otra mejilla, mostrando que la coherencia de vida es el modelo a seguir. La única profesión honrada es aquella que no reclama para sí privilegios ni fueros, concluye Díaz. Luego, comparto un comentario recibido de alguien muy cercano a mis efectos:
“El rey preparó un gran banquete para unos mil invitados, ante quienes bebía vino. Quiso demostrar su poder y mandó traer las copas de oro que su Padre había traído del templo de Israel; para beber en ellas.
Pero de repente una mano apareció y empezó a escribir en la pared. Esto causó temor, se turbó su corazón y sus rodillas temblando, chocaban unas a otras. Lamentablemente, mucha gente, llamada cristiana, vive su vida en desorden y desobediencia a Dios.
Burlándose de sus mandamientos, engañando, aprovechándose de los más débiles. Pero, un día todos, como este rey, tendremos que ser pesados en la balanza de Dios…
Entonces, vendrá la sentencia, dónde al juez, no se lo puede comprar, para hacer que la injusticia se vista de justicia. Allí ya no habrá más oportunidades para arrepentirnos, sino una horrenda expectación de fuego que devorará a los adversarios de Dios.
Así las cosas, no esperemos que ocurra algo irremediable o irreversible en nuestra vida, para ordenar el caos. Arrepintámonos ante Dios, confesemos nuestras culpas y Él, todo bondadoso, perdonará y limpiará todos nuestros pecados.
El Señor dijo…descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que vivimos…seremos arrebatados con ellos en las nubes para recibir al Señor…y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4:16-17). Señor, ¿sucederá esta noche?
Los años pasaron, llegó el 2022. ¡Los días y las noches se suceden a toda velocidad… y los cristianos seguimos esperando! No sabemos, que nos depara el futuro, pero sabemos que Él Dios, nuestro amoroso Padre, es fiel, nos ama y tiene el control de todo.
Ama a Dios y a tu prójimo, disfruta de tu familia, cumple tu propósito. ¡Sonoro brindis en el 2022!
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