HALLOWEEN....

 
Dicen que Halloween se remonta desde los años 700 a 800, cuando los pueblos Irlanda y Gran Bretaña festejaban su año nuevo, que hoy consideramos el día 1 de noviembre, como una noche -ndaje- para alejar a los espíritus malignos o reconciliarse con la muerte. 

Esta fiesta de los muertos era una de las actividades principales, para ellos el lugar de los muertos era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor: lo que para los cristianos sería el "cielo". 

Celebraban con ritos en los que, sus sacerdotes “espiritistas”, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados hacia la inmortalidad. Creían que los “espíritus” de los muertos venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.

Dice el sacerdote Ernesto María Caro: “Impresiona el poder de la publicidad en nuestro medio que nos lleva a comprar, a pensar y a vivir de una manera en la que ni siquiera reflexionamos. 

Cuando nos damos cuenta estamos atrapados por el consumismo, el cual no respeta edad, nacionalidad o creencia religiosa. Se vale de cualquier elemento para atraer nuestra atención con el fin de vender. Lo malo es que muchos cristianos son los más perjudicados.

Ejemplos, Navidad y la fiesta de Todos los Santos. En la primera, con tristeza muchas veces nos damos cuenta, estamos llenos de regalos, sin un centavo en el bolsillo, porque nuestra actividad “consumista” deja de lado lo espiritual; el “nacimiento de Jesús”. 

Se cambia a Cristo por Papá Noel y la Navidad, en intercambio de regalos y gran cena, si algo sobra del aguinaldo y en tarjetas de crédito. Y, la fiesta cristiana se torna en mundana farra, en la que casi siempre, el único ausente es precisamente el homenajeado: ¡Cristo!

Lo mismos ocurre con la celebración de “Todos los Santos” en donde se nota que al  llegar el 31 de Octubre los comercios se llenan de máscaras, trajes de monstruos, brujas y  calabazas-andai, con imágenes terroríficas, etc., que nada tiene que ver con nuestra fe.

Dado que nos acercamos a esta fecha, quisiera compartir contigo algunos elementos de reflexión que nos lleven a valorar nuestra fe y a no dejarnos influenciar por el mercantilismo que puede incluso cambiar o destruir nuestra fe y nuestras costumbres.

El “festival de la muerte” reconocen los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Anton LaVey, autor de la “La Biblia Satánica” y sumo sacerdote de la Iglesia de Satanás, dice que hay tres días importantes: 

1° Su cumpleaños; 2° El 30 de abril y 3° el más importante, Halloween. LaVey dice que es en esta noche que los poderes satánicos, ocultos y de brujería están en su nivel de potencia más alto. 

Un oculista-brujo en dificultad con un hechizo, puede tener éxito el 31 de Octubre, ya que Satanás y sus poderes están en su punto más fuerte esta noche, dice Ernesto M. Caro. El cristianismo es incompatible con Halloween.