viernes, 10 de marzo de 2023

¿VOTO O ELIJO?

 
Dicen que la principal diferencia entre elegir y votar es:

* “Elegir”: Preferir una cosa o persona a otra para un fin.
* “Votar”: Emitir voto, dar su opinión, parecer una persona en un acto electoral.
 

Muchas veces, votar significa cumplir con una obligación ciudadana, sin importar el por qué o el para qué de tal acto cívico, y por consiguiente, de las consecuencias de tamaña responsabilidad y compromiso. 

Por lo tanto, ciertos políticos utilizan este mandato de forma astuta y engañosa. Así, las prácticas deshonestas, el vagabundeo, la venta del voto, fraude, falsas promesas y demás cuentos, hacen parte del modo de conducta de votantes y votados. 

Penosamente, entre esta gente que aspira algún cargo, hay improvisados sin experiencia, sin liderazgo o de conducta moral dudosa. Por consiguiente, lo único que les interesa es, sus intereses personales y los de sus amigotes. 

Cuando se elige, se trata de conocer al candidato, indagar sobre sus programas, cómo cumplirá sus promesas, qué clase de líderes son, etc. Que sean personas con valores y principios, que no compren conciencias para obtener votos. 

Luego, vital es lograr conciencia ciudadana para elegir bien. No solo votar. “El pueblo se merece gobernantes con recta conciencia”. Democracia no significa permitir terrícolas de conductas irresponsables y deshonestas en la gestión pública. 

En la medicina, el bien superior a proteger es la vida del paciente; en el periodismo, el bien superior a proteger es la verdad y en la política, el bien superior es el bien común. 

Cuánta razón tenía el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso cuando decía “en momentos que exigen grandeza, lo que se ve es la miseria política”. Penosamente, eso es lo que estamos viendo en el Paraguay.  (Alberto Acosta Garbarino-uhora-07.11.21) 

Un modo de pensar o creer quizá se deba a conceptos erróneos. Dicen que: “Un concepto erróneo es un punto de vista u opinión incorrecta basado en un falso pensamiento o comprensión errónea”. 

Votar en los comicios es un derecho a realizar y un deber que cumplir con lealtad. Es otorgar poder de gobernar el país al presidente, legisladores, gobernadores para promover el bien común (de todos). 

Los electos deben impulsar políticas sociales y económicas para desarrollar la vida de las personas con dignidad de cada una de ellas. Ejemplo, sin paz social y sin trabajo, no es posible lograr el bien común. 

Se cacarea aquí y allá el hartazgo (kuerái) e indignación de la gente, debido la putrefacta situación política. Pero, ¿es real el enojo? O ¿ja lala pa rei? ¿Por qué seguimos votando a nuevos o antiguos insaciables tiburones? 

Hay “plagueo” porque corruptos acaparan cargos, gracias al “indignado pueblo” que los votan una y otra vez. Los fanatismos políticos legitiman el robo de nuevos o antiguos maleantes. ¿Continuaremos siendo cómplices de quienes nos enfurecen? 

Se dijo: Sólo la indignación de la sociedad acabará con la corrupción política”. Y a Ud. ¿Qué le parece? 

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