viernes, 30 de septiembre de 2022

POSMODERNIDAD ¿Gran fábrica de imbéciles?

 
Unos dicen: La posmodernidad es un movimiento artístico, filosófico e histórico que nace a finales del siglo XX. Busca nuevas formas de expresar el culto por el individualismo y crítica al racionalismo. 

Otros: La posmodernidad se caracteriza por la actitud individualista y desinteresada respecto de lo social. Rechazo al cumplimiento de normas tradicionales. Afirma que no existe una única verdad, sino que existen distintos modos del saber (Relativismo) 

Angelo Fasce, master en neurociencia y doctor en lógica, dice que la principal consigna de la posmodernidad es su ruptura con los valores ilustrados (...). 

La ilustración es madre de la civilización occidental, de lucidez intelectual en la que se rechazó la religión, el nacionalismo, las desigualdades ante la ley y la superchería, reivindicando la ciencia, la democracia representativa y la separación iglesia-estado. 

La posmodernidad supuso romper con todo eso, alejándose de lo que consideraban ‘la tiranía de los datos’ y adentrándose en un escepticismo radical sobre todo y sobre todos. 

Para el filósofo Gianni Vattimo, es una corriente de pensamiento a la que no le importa el mundo real, solo las interpretaciones que se puedan hacer de él. Para un posmoderno, el mundo sólo en un montón de cuentos diferentes entre los que no existe grado alguno. 

Así: el intelectual no cree ningún cuento, no asume ningún compromiso. El posmoderno es relativista y constructivista. Relativista porque no cree en la verdad, y constructivista porque los hechos en los que cree, construyó la sociedad a la que pertenecemos.                                                  

La posmodernidad dice que vivimos en un mundo tan desigual: mientras unos luchan por levantar al humano, que lo pasa muy mal, existe un clan de niños que se aburre con juguetes caros y se atan a globos para así olvidarse de tantos problemas que molestan. 

Otros katu he´i-dicen: La posmodernidad es una fábrica de imbéciles porque importa: *vivir el aquí y ahora; *parecer estar bien es más valioso que estar. *es consumista afiebrado. *siempre mira, compra, usa, tira y vuelve a comprar; vive sin frenos. 

*Nada le está prohibido, cada uno hace su propia norma. *Privilegia su yo ante todo. *Su felicidad pasa por la estética, dieta, control mental, higiene, deporte; está metido en el mundo de lo descartable.*Lleva un modo de vida light en lo corporal y en lo moral. 

*Los amigos tienen más poder de decisión que su familia.*El modo supremo de placer es sexual, sexo rápido sin responsabilidad ni compromiso, entre otras destacadas perlas. Y de Dios… ¡ni hablar! 

Freud, en “El malestar en la cultura” afirma: “Rotundamente, solo la religión puede responder al interrogante sobre la finalidad de la vida”. Esta “ruptura generacional”, dice Carlos Díaz, azota a todo el mundo…por consiguiente, no se escandalicen si: 

“Ven a los bebés reprender severamente a sus niñeras, blandiendo sus biberones a modo de arma amenazante o parapetándose tras las pilas de pañales, con el fin de reivindicar la facultad de hacer reconocer “los derechos del niño”…. 

Así las cosas, la posmodernidad no es más que un universo de personas suficientemente aburridas como para decidir huir de la razón, de lo comprensible y de otras cosas que podríamos valorar. 

El modernismo, algo que puede inspirar alguna película, pero que no demanda ningún respeto intelectual… porque finalmente…a muy pocos parece interesar redimirse de esta ingente idiotez... 

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