martes, 1 de febrero de 2022

POBRE “ANGA” MI PAÍS…

¡Por su perturbada clase política… o progresá la atraso!

Más de 30 años pasaron desde la caída de Alfredo Stroessner; las raíces del sistema institucionalizado de corrupción, siguen en la transición democrática. Modelo que deja graves secuelas al Paraguay (UH-Daniel Espinoza 30.07.21). 

Una clase política deteriorada no representa a la ciudadanía. El Parlamento Nacional sigue teniendo en sus filas a varios congresistas investigados por la Justicia. Pese a ello, gozan  de los privilegios del cargo. ¡Hay excesiva desconfianza en la esfera pública!. 

Paraguay sigue en el 5º lugar en el ranking de los paí­ses más corruptos de Amé­rica Latina, según  Transpa­rencia Internacional (TI), y que la región fue inca­paz de hacer progresos sig­nificativos. (www-lanacion.com.py-24-01-20). 

En Suiza -1915- Eligio Ayala escribió un artículo que tiene más vigencia que nunca. “Para fabricar salchichas se requieren aptitudes especiales; para ser legislador o ministro del Paraguay, el talento y los conocimientos son superfluos. 

La preparación, el carácter, la honestidad a veces estorban. Valen más ciertas contorsiones y genuflexiones del cuerpo que 20 años de estudio, que la decencia y la probidad. Los que ocupan los puestos públicos creen saber todo, se creen aptos para todo, pierden la conciencia de la propia ineptitud. 

En el Paraguay para brillar con reputaciones falsas basta ser diputado, senador, o ministro. Luego, es lógico que la pasión dominante sea la de adquirir esos puestos y que para eso en vez de estudiar, prepararse y dignificarse, se intrigue o se implore servilmente. 

Por esta razón la mayor parte de los que ejercen los elevados cargos políticos son los verdaderos arribistas petulantes. Todas las magistraturas han sido profanadas por la ineptitud más franca y por la nulidad más absoluta. 

Así se han llenado el Parlamento y los ministerios de aprendices, que se instruyen en almanaques del pasado y destrozan la equidad económica nacional con sus caóticos y torpes ensayos legislativos”. 

Todo se hace al azar, por tanteo, por instinto como en un acceso de sonambulismo, todo se reforma sin necesidad y nada se reforma de lo que es preciso reformar. 

En un mar flotante de pasiones y apetitos, sin principios, sin sistemas, sin conocimientos, sin brújula, la intervención del Estado en la esfera económica se ha convertido en un oportunismo de detalle. 

No se respeta el mérito, no se desprecia el vicio, nadie se indigna sinceramente contra la injusticia, pocos son justos. 

Los culpables pierden la conciencia de sus faltas, los hombres virtuosos, el pudor, y los partidos su nobleza. Buenos y malos viven en cada partido en una camaradería hipócrita, sin sinceridad, sin confianza recíproca, sin gratitud, sin generosidad. 

El interés los divide y los une y reconcilia sucesivamente. Los enemigos de ayer conspiran juntos, los amigos de hoy se venderán mañana. En vez de partidos se forman círculos esporádicos y convulsivos de pequeños ambiciosos. 

Los partidos tradicionales en vez de ser útiles a la patria, utilizan la patria; en vez de servir sanos intereses nacionales en el Gobierno, hacen que el Gobierno les sirva a ellos. (www.dx..com.py-la clase-política-paraguaya). 

Más que nunca hace falta rescatar la memoria de Eligio Ayala, para que este sea el modelo ciudadano y un espejo en el que se mire, alguna vez, nuestra clase política. (ultimahora.com/eligio-ayala-un-espejo-el-que-debería-mirarse-la-clase-política). ¿Cómo salir de este hediondo fango?

Naturalmente...como no existe el mal absoluto...-hay personas honestas y patriotas- para quienes este comentario, es absolutamente trivial, sin importancia, intrascendente.

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