El colombo-japonés Yokoi Kenji Díaz, es famoso por sus conferencias y esfuerzos en aras de una sociedad mejor. Cuenta una historia en la cual enseña que, no solo es necesario ser honestos, sino que además, debemos ser íntegros..
Estaba una pareja en un hotel y pide una pizza por teléfono y al llegar la pizza la abre y se da cuenta que no hay pizza, que sólo hay $1800 en efectivo y le comenta a su pareja lo sucedido.
¿Dónde está la pizza?, sólo hay este
dinero, hay que regresarla.
– ¿pero qué dices, estás loco?, es genial, la pizza cuesta $17 y ahora tienes $1800, no la regreses.
– Si, la voy a regresar porque yo pedí
una pizza. El hombre decide ir a la tienda junto con su pareja a regresar la
caja con el dinero y exigir su pizza. Y le dice al cajero lo siguiente…
– Disculpe, vengo a regresar esta caja y
a que me den mi pizza.
– Pero señor, usted escuchó el programa
de radio de la promoción.
– No sé de lo que me está hablando y no
me interesa, yo quiero mi pizza.
– Señor, usted puede quedarse con el
dinero, sólo nos ocupamos que salga en televisión para que todo mundo vea que aún
existen personas honestas como usted.
– No me interesa, yo sólo quiero mi
pizza.
– ¿Aunque sea puede decirme su nombre
para hacer un reportaje?
– No por favor, no quiero que nadie sepa
esto.
– Pero el mundo debe saber esto señor.
– Mire, acérquese un momento.
- El cajero se acerca y el hombre le
dice:
– No quiero que mi esposa se entere que
estuve en un hotel pidiendo una pizza.
¿El Hombre era honesto?. Si, totalmente
honesto…pero no era integro. Estaba fracturado por una conducta traicionera,
engañando a su esposa y al resto de su familia. Estaba violando un compromiso
asumido y era muy consciente de ello.
Aunque nadie nos vea, nuestros pensamientos
deben concordar con nuestros sentimientos y acciones. Hace
falta tener presente la regla de oro: “No hagas a otros lo que no
quieres que hagan contigo”.
Goyín, ¿qué dirías si tu esposa se
comportara de la misma manera que el hombre de la historia... que
aunque...honesto…no era integro? Recuerda que sin Dios, no hay verdad ni justicia.
Cacarear
sobre "verdad y justicia" es inútil si quien habla, es mentiroso e injusto. Así, muchos
sufren injusticias que se prolongan por meses y por años.
sufren injusticias que se prolongan por meses y por años.
El
adulterio siempre será pecado, aunque la posmodernidad diga lo contrario.
Traicionar la confianza del otro, nunca tendrá jerarquía de virtud, aunque el
terrícola "progre" diga lo contrario.
Lo
malo es y será tal, ayer, hoy y mañana, aunque… se diga lo contrario.
¡Ndetavy
bro peritano! ,a entendé porá voi…mejor nomás nos quedamos por acá…¿Sí pa?
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