miércoles, 16 de octubre de 2019

¡PERDÓN HERMANO…PERDÓN!

                                     CONFESIÓN PÚBLICA
Siendo un terrícola con"adolescencia prolongada", carente de finura intelectual, me confieso imitando a don Miguel de Unamuno: “En mi vida poco admirable y menos única, pero mía al fin, porque es la que más de cerca me ha tocado vivir”…rompo los muros del anonimato, para presentarte sincero arrepentimiento por alguna falta que te haya ofendido.

Por ello, como Guillermo Rovirosa, me acuso de traidor, seguidor de Judas, digo: “Mi suciedad congénita me lleva como a los chanchos a revolcarme en la primera charca putrefacta que encuentro, o en la inmundicia que yo mismo me fabrico, sin descanso y sin medida”…

No me acuso de robar dinero público, asesinar personas, coimear, evadir impuestos, cobrar por horas no trabajadas, ni de adulterio o fornicación; pero, con san Pablo digo: "Soy el último de todos, soy un aborto…" (1ª Cor. 15,8).

Sí me acuso de falta al amor al prójimo, faraónico pecado. Me enoja y mucho por ejemplo:

* Quien sabiendo que no va cumplir su promesa, con carretillada de excusas miente sin ruborizarse mínimamente… 

* Quien siempre encuentra excusa para justificar no atender la llamada, pero afirma con vehemencia: “Cuando quieras, contá conmigo, llamáme nomás”

* Que se fije un horario para una reunión, que no se cumple, porque “alguien”, ndajé, todavía no llegó. Y no falta un buenito, de enano y pererí cristianismo, ladrando: ¡seamos tolerantes como Jesús! ¿Fue Jesús mentiroso, irrespetuoso?...si Tolerancia –eventualmente - al estar justificada la falta; ¡nunca cuando el error es la regla!...como es nuestra costumbre…

* Cuando el servidor de la palabra pontifica sobre el modelo de conducta de Cristo a seguir…pero vive aplastando a su “hermano” con usura; en concubinato; adulterio, es decir, sus acciones son contaminadas de actitudes contrarias a la de Cristo, a quien a dice servir…

* Cuando algún servidor que por ser tal, es conferido de ciertas atribuciones, comete simonía “comercializando” lo sagrado en cualquiera de sus formas: liberando al requirente de ciertos requisitos exigidos, como asistencia a los encuentros, pre-bautismal-matrimonial, entre otros casos…

* La acción del idiota que se jacta de inteligente, sin embargo, trata de mover la pesada mesa llena de libros hacia la silla, en vez de acercar la silla a la mesa. ¿Y qué del sentido común compadre?...

* Quien pretendiendo justificar su inutilidad, busca cobarde e irresponsablemente echar culpas al otro, gritando al mundo su infantiloide estupidez…¿Ha nde pio mba´é rejapó kurí?

* En fin, el modelo de cristiano que “sirve en el templo” -donde goza de aplausos-, pero se “borra”, ignorando a sus vecinos, huye y vive refugiado en su beata somnolencia, ajeno y dispensado de todo lo que hace a su ambiente prioritario. (me recordaba un amado hermano en la fe).

Además, mezclando frases de uso común como: Dios te bendiga hermano o la paz sea contigo, habla un lenguaje pedante y matonil, entre gestos y bravuconadas que caracteriza a nuestra baja calaña, tan propias de la fauna guaraní mbareté-pokaré. Dígase de paso, todo ello, por estar en la iglesia…pero… ¿está o es él o ella, Iglesia?...

El cristiano es un ser integral, lo es durmiendo, estudiando, gozando y muriendo: no cabe dividir su vida en mitades segmentadas…Quien posee esta identidad revela “katúetereí”, inevitablemente en su acción, donde quiera que esté. (C. Díaz - Corriente arriba p.89).

El conocimiento de Dios sin el de nuestra miseria produce orgullo. El conocimiento de nuestra miseria sin el conocimiento de Dios produce desesperación” (Blaise Pascal).

Hermano, ¿te das cuenta de lo malo, débil y menesteroso que soy, aunque nadie me acuse de ladrón, asesino o adúltero?..Por todo esto y mucho más pido… ¡perdón hermano, perdón

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