¡IMPUNIDAD PRESENTE!
(No puedo evitar exponer mis tribulaciones, ¿por ignorancia emocional?)
(No puedo evitar exponer mis tribulaciones, ¿por ignorancia emocional?)
Felizmente, el adagio afirma: “No existe
el mal absoluto”. Este aserto se evidencia en aislados casos de gente que
devuelve una cartera con millones de guaraníes, entre otros gestos positivos de
solidaridad que resaltan en medio de tanto caos y corrupción de nuestra
enanizada fauna. Dicho lo cual… el ¡equipo malo”, todavía, gana por goleada al
“bueno”. ¡Cualquiera delinque, porque se sabe impune.!
Para José Luís Simón, nuestro país está
en un sistema de sociedad civil calificado de anómico: no se cumplen las leyes, no se respetan las
instituciones, los valores o a las autoridades. Estamos en una pendiente de
ascenso de la criminalidad…"Paraguay se convirtió en un inmenso lejano
oeste” (U.Hora 01.02.16).
Entre las perlas, harto conocidas de
nuestras costumbres -que no tienen nada
que se parezcan a otra nación – arrojar residuos cloacal a la calle, usar veredas
como negocio o estacionamiento, atropellado derechos del peatón, polución sonora, y demás conductas matoniles propias de nuestra fauna guaraní.
Carlos Díaz dirá: “En una sociedad así, hay abuso del poder político,
jurídico, económico y policial, desviación especulativa del dinero, confusión
entre lo público y lo privado, administrado aquello en función de intereses
particulares, discrecionalidad de los medios de masas, uso y abuso de la mentira
como forma de comunicación,.
Injusticias que claman al cielo porque
el derecho penal cae sobre el pobre, mientras el constitucional, engorda al rico, alardeando de su impunidad. Suplantación de lo legítimo por lo legal, bosque de leyes inútiles; violencia,
desprecio de la vida, corrupción, evasión fiscal, tráfico de influencia, de drogas, gatillo fácil, secuestros, etc.
Entre el miedo e impotencia, desconfianza y maledicencia, entre
frustración y desesperación, en verdad ¿qué son – se preguntaba san Agustín – los reinos
sino grandes latrocinios cuando no existe justicia? Hay maridos que
venden a sus mujeres, y madres que venden a sus hijas. En esta moderna
Babilonia, la mitad del mundo vende a la otra mitad. La otra mitad compra.
El caos sigue cuando ministros venden su país, diputados venden su
conciencia, electores venden sus votos, generales venden sus ejércitos, jueces
venden las absoluciones o condenas, hombres influyentes venden los empleos, los
cargos y privilegios de que disponen, abogados, procuradores y oficiales
judiciales venden a sus clientes.
Una libertad de movimientos en la pecera común donde el pez gordo se
come al pez chico, el zorro pasea en el gallinero. Los defensores de esta
teoría imaginan seguir pudiendo devorar sin trabas a los más débiles hasta el
fin de los tiempos, o al menos hasta la desaparición de todos los débiles.
Dicho más sencillamente, si cabe, en forma de diálogo: «Yo, el gordo, te devoro a vos, el flaco,
porque si no te devoro no tendré fuerzas suficientes para buscarte la comida,
que vos por ser débil, no podés procurarte». (cf. El Hombre, animal no fijado p.87).
Esperanza no es
ver resultados ya, pero, confiados de que por fin algunos políticos, sobre todo
quienes se dicen cristianos, recuerden que san Pablo dijo: “No queremos imponerles lo que
tienen que creer…lo que queremos es colaborar con ustedes, para que tengan
alegría” (2ª Co.1,24).
Señor político,
recuerde que el poder no es el fin de la política, sino su simple instrumento
de conducción, promoción y control. (S.Núñez "Situación Espiritual.... p 68).
Es que, con cada
cambio de gobierno, ¡esperamos que algo mejore!
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