lunes, 18 de febrero de 2019

“SERVIDOR” PÚBLICO….


¡¡EXAMEN DE CONCIENCIA!!

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Para examinar la conciencia, Ignacio de Loyola sugiere pedir a Dios: Conocimiento de los pecados. Conciencia de malas acciones, para aborrecerlas y corregirlas. Así las cosas, es necesario examinar nuestros actos, aunque sea ésta, tarea desagradable.

Ello supone mirar nuestro Yo interior, la “película” de nuestra vida: profesión, obligaciones particulares, personas con quienes tratamos: familia, vecinos, amigos, subalternos, superiores, lugares que frecuentamos, diversiones, placeres, peligros, etc…

El hombre ha sido dotado de inteligencia, voluntad y libertad, dones que hacen posible superar su naturaleza caída, para esculpir su propia estatua. Ya se dijo: examen de conciencia es igual a madurez y valentía: madurez para soportar las propias miserias y valentía para superarlas. A continuación, el reto de responder indigestas preguntas…

¿Juraste con mentiras? ¿Incumpliste alguna promesa? ¿Trataste a los comunes con desprecio, insultos, amenazas? ¿Son honestas tus ganancias? ¿Eres cómplice o encubridor de la corrupción de los jefes, amigos, compadres? ¿Obligaste-Indujiste al débil a jurar en falso?

Si te dices cristiano, ¿educas a tus hijos en la fe, dando ejemplo de buenas costumbres, o te contentas con que tengan más, antes que sean más? Como autoridad: ¿cumples y haces cumplir las leyes? Presidente, ministro, gobernador, intendente, juez, senador, diputado o administrador de la cosa pública… 

¿Eres patriota luchando contra robos, sobornos, venganzas, abusos o eres parte del  equipo de ladrones? ¿Mataste, heriste o golpeaste gravemente a otro, mandándolo a la cárcel injustamente? ¿Mataste o callaste ante el crimen del aborto? 

¿Pagas lo justo (salarios, deudas, precios...) y, es justo -no legal- lo que cobras por tu trabajo? (honorarios, regalías, prestamos.) Devolviste lo robado? ¿Compensaste con justicia el grave daño que hiciste? ¿Compraste sabiendo algo robado? 

¿Derrochas el dinero en lujos y caprichos, ostentas escandalosamente ante los pobres? ¿Te sobornan fácilmente? ¿Saboreas los aplausos y alabanzas mentirosas con estúpida vanagloria? ¿Te crees “gerente general del universo” por tu casa principesca, flota de vehículos y ridículo aires de nuevo
Epulón? Hasta aquí, nomás, las indigestas preguntas.

Sólo deben ocupar cargos de autoridad: “Los mejores, los que cumplen los requisitos de Excelencia Personal”. Autoridad, de latín "auctóritas" – dicen- significa servir. Pareciera, sin embargo, a juzgar por la actitud de muchos funcionarios que viven del Estado, lo ignoran.

Para los que ostentan algún cargo de autoridad, me permito la osadía de recordarles lo dicho por Carlos Díaz, que todos "nacemos desnudos, hambrientos, necesitados de comida, bebida y ropa, sin oro ni plata. Desnudos vemos la luz del sol por primera vez.

Desnudos recibe el cementerio a parias y ricos, y nadie puede encerrar en el sepulcro todas sus pertenencias. Una ínfima porción de tierra de 2 x 1metros, es suficiente a la hora de la muerte, lo mismo para el pobre que para el rico, y la tierra que no fue suficiente para calmar la ambición del rico, lo cubrirá total e irremediablemente”.

Hoy sufrimos una política morbosamente rastrera, embrutecida. Aquellos que, desde sus funciones usan los insultos y mentiras con argumentos fallidos, solo demuestran radical incapacidad para defender sus delitos. Luego, son vulgares delincuentes.

Obs: Es un ataque a la obviedad señalar que, los buenos y patriotas servidores públicos, están fuera de este comentario.

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