ABORTO,
SUICIDIO Y EUTANASIA
“No se puede ser cristiano y cometer aborto,
suicidio y eutanasia, lo que algunos legisladores quieren legalizar, en contra
de lo que dice la Constitución”, sostuvo el Monseñor Edmundo Valenzuela en su
homilía del día 06 de diciembre de 2013. Condenó además
la infidelidad, que consideró como “degeneración sexual”, y calificó de “causa
principal de nuestra enfermedad moral y espiritual” a las peleas y el odio.
A propósito, esta breve conversación:
P- ¿“Tienes algún
compromiso sentimental con alguien? R: Ah.. no. Faltaría más.
P- Pero..¿Por qué?. R: Es que..¿no te das cuenta?… atarse a alguien es perder la libertad. Fíjate, ahora estoy
saliendo, porque me resulta
divertido y conveniente, con un ingeniero que
no era feliz en su matrimonio.
Sin embargo, prefiero salir los fines de
semana con un acaudalado político amigo de mi jefe. Además, la mayoría de mis amigos tienen cada uno sus “intermitentes amantes”; y te aseguro una cosa: “me va muy bien….y ¿cuál es el problema?….nadie murió por ello”
Han
cambiado los tiempos. Ahora los adolescentes y jóvenes frecuentan el amor
físico sin que nadie los repruebe. (Es más, tenemos testimonio de madres hipermodernas que a hurtadillas colocan
preservativo en la cartera de su hija de 12 años)
Pero tal
hazaña no es privativa de los solteros;
también alcanza a los casados. En una encuesta realizada en España entre 2.500
personas adultas, el 72% de los encuestados consideró "imprescindible" la infidelidad en la vida de
pareja, estén casados o no.
Una de
las entrevistadas
declaró: “Llevo
casada más de 30 años, y en este tiempo he tenido más de 20 amantes, dos de ellos
mujeres. Con mi marido sigo acostándome dos veces por semana, y lo disfruto. El
no se ha enterado de mis aventuras, porque, por lo demás, llevamos una vida muy
equilibrada….Me gusta acostarme
con otras personas porque cada una tiene una sexualidad diferente, a su manera; eso me fascina”. (Se lee en “Parejas en Situaciones Especiales”
A. Kreuz p. 152 – Barcelona –Paidos).
Pero lo
dicho no es conducta exclusiva del viejo mundo. En nuestra región y
concretamente en nuestra fauna nacional la cosa no es mejor. Si en algo
igualamos a
los del
primer mundo, precisamente es, en la loca carrera hacia la obtención de laureles
del culto sodomítico-gorromino y demás colosales vyroreí.
¿En cuántos hogares nuestros, niños, jóvenes y adolescentes obtienen su maestría y doctorado en ocultismo,
violencia y pornografía, protegidos por el anonimato cibernético?
Monseñor Valenzuela
dijo que los ciudadanos no respetan la Constitución Nacional, las leyes ni las
normas, ya que son las mismas autoridades las que nos dan ejemplos de cómo
hacerlo.
¿Qué decir…. Qué hacer….? Cada
quien tiene la respuesta.
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