Correcto Orden de Prioridades
La familia nuclear o conyugal está
integrada por el padre, la madre y los hijos a diferencia de la familia
extendida que incluye los abuelos, suegros, tíos, primos, etc. Constituye la
unidad básica de la sociedad.
En este “nido” familiar se satisfacen
las necesidades vegetativas elementales de sus miembros: comer, dormir, cuidar
la salud, etc. Además se prodiga amor, cariño, protección y se prepara a los
hijos para la vida adulta.
Esta unión familiar debe encargarse de
asegurar a sus integrantes necesidades básicas como estabilidad emocional,
social y económica. Es la primera escuela donde se aprende tempranamente a
dialogar, a escuchar, a conocer y a rezar. Es allí donde se debe fraguar la
persona humana: El hombre.
La prioridad “primera” es Dios, obedeciendo su
voluntad y tributándole la gloria que le corresponde.
La segunda prioridad es tu familia núcleo: papá, mamá e hijos. Tercera
prioridad es el trabajo. Si estas prioridades no se alteran, se puede “descender”
a otras de nivel inferior.
No es novedad
que, en fechas importantes como Navidad, Semana Santa, entre otras, suelen
registrarse tremendos problemas en el seno familiar. No pocas veces se prioriza los
buenos deseos de la familia “extendida” (padres, tíos, sobrinos, compadres, etc.)
¿Dónde pasaremos estas
fiestas? … Naturalmente, en casa de mamá, dice el marido. La esposa no acepta
la unilateral decisión y comienza la escaramuza. Y explota diciendo: “Hace años
que no nos vamos a la casa de mi mamá… por qué siempre tienes que imponernos
tus gustos? …. Y cada quien conoce historias de esta naturaleza.
Así las cosas, fuertes influencias de la
“familia extendida” provocan desorganización, rompen la
unidad y los roles de sus integrantes, por incapacidad de lograr acuerdos.
Otro factor común
que colabora para la ruptura familiar es el dinero. Viajar para reencontrarse
con la “familia extendida” tiene su costo. Si el dinero es escaso, la buena
intención, debe aplazarse hasta la llegada de mejores condiciones. El amor y comprensión
de loa miembros paliará frustraciones al no poder satisfacer ciertos legítimos deseos.
Cuando se quebrantan las reglas del Correcto
Orden de Prioridades, se manifiestan relaciones conflictivas entre miembros de
la “familia primera” y la de la “extendida”, dando origen a recelos, temores y
fricciones permanentes. Si el desacuerdo persiste, hoy resulta más fácil pensar y aceptar el divorcio, “antes que permanecer en un
matrimonio infeliz”, que sólo dañará más todavía, la autoestima de los esposos
y de los hijos.
Entonces el alegre diagnóstico cacareado
por tantos será: “Incompatibilidad de Caracteres” Y la ruptura, el desencanto y
el caos, ingresará a casa. Mire usted a su derecha o izquierda
y verá ejemplares de los que acabamos de hablar.
¡Que esta navidad no sea
motivo de rompimiento familiar!
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