Mera
indecencia?
“La formidable crisis moral, clave reveladora
de la esencial, vocación de indecencia del régimen vigente. Ahora bien la
confiscación burda y osadamente inconstitucional, sólo fue posible gracias a un
portentoso acompañamiento mediático. Se aplicaron deslizamientos semánticos al
por mayor, sutiles ocultaciones y maliciosas distorsiones de la verdad,
exaltando con vociferación aparatosa y grandilocuente” (dice Salvador María
Lozada en Rev. Acontecimiento Nº 64 p. 3).
Corrupción
política, en términos generales, es el mal uso público (gubernamental) del
poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada. El
término opuesto a corrupción política es transparencia.
Se define
la corrupción como “el mal uso o el abuso del poder público para beneficio
personal y privado”, entendiendo que este fenómeno no se limita a los
funcionarios públicos. También se define como el "conjunto de actitudes y
actividades mediante las cuales una persona transgrede compromisos adquiridos
consigo mismo, utilizando los privilegios otorgados, esos acuerdos tomados, con
el objetivo de obtener un beneficio ajeno al bien común".
Sabemos
que todo gobierno es susceptible a la
corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son
el uso ilegítimo de información privilegiada,
tráfico de influencias, sobornos, fraudes, malversación caciquismo e
impunidad. El concepto de corrupción es diferente, dependiendo del país. Lo
cierto es que algunas prácticas políticas pueden ser legales en un lugar e
ilegales en otros.
Para
salvar el apó kytä, en muchos casos aparecen los deslizamientos semánticos,
eufemismos y otros engaños. En la Argentina de algunas décadas, por ejemplo, “a
la confiscación de la propiedad, para disimular su intrínseca maldad, se le dio
en llamar corralito, un diminutivo cariñoso que en muchos padres, evoca el
tiempo en que sus hijos eran niños y empezaban a caminar en un rectángulo de
madera leve y piso muelle”. (Salvador María Lozada)
Dijo el
Presidente electo Horacio Cartes: “Mi compromiso es encabezar un Gobierno serio
y honrado”, aseveró el presidente electo durante su discurso ofrecido tras la
proclamación oficial de los resultados, en un acto en el Banco Central. Y
añadió que su Ejecutivo promoverá la “transparencia y la eficiencia en la
Administración del Estado”, que tendrá “tolerancia cero” contra la corrupción y
que combatirá la “impunidad”.
Quiero
creer – aunque quizá ingenuamente – que ya no será tiempo de descerebrar al
pueblo espectador, con la “tinelizacion-maradonización” del fútbol mercantil
idiotizante y degradatorio, amén de programas televisivos dirigidos por
exitosos fabricantes de heces, que adormecen a un pueblo hambriento e
ignorante.
¿Es mucho
pedir....es mucho esperar.... es mucho creer en un país decente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario