jueves, 27 de junio de 2013

EL HOMBRE: ESPÍRITU ENCARNADO...

                               o ... ¿“Producto final de la evolución cósmica”?

En una distendida conversación en aula, ha surgido ésta pregunta: ¿Qué es la vida...tiene sentido?.¿Es el hombre un espíritu encarnado o, producto de la casualidad?.

La pregunta por el sentido de la vida es tan antigua como la misma humanidad. Y para miles, la vida nada vale. La cotidiana experiencia nos golpea con casos de terrícolas que mueren y matan, por nada: un aparato celular, un gol tempranero, discusión con algún familiar por cuestiones frívolas...etc. Así las cosas, invito a algunos filósofos a manifestar  pensamientos que subsidien mi ignorancia.

Gabriel Marcel decía: “La vida no es amada, porque se ha roto el enlace nupcial entre el hombre y la vida”; “El hombre es espíritu encarnado y por tanto creado y en libertad: de ahí su grandeza y sus miserias, unas veces el drama, otras, la luz”

J.P. Sartre concibe al hombre como la sinrazón de todo lo existente. “Todo está sin motivo alguno, todo está de sobra. Somos un montón de existencias incómodas; no tenemos la mínima razón que justifique nuestra existencia, ni la de los demás. La conciencia trágica de que vengo de la nada y voy a la nada, produce nausea ante la existencia”.

Víctor Frankl ha dicho del hombre: “Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero así mismo, el ser que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración”

F. Nietzsche: “El hombre ha sido abandonado a su propia incertidumbre y a la insignificancia de su destino. Esta incertidumbre aboca al nihilismo, es decir, a la nada”.

M. Heidegger, considera que la angustia es un constitutivo existencial de todo hombre que en algún momento de su vida, se pregunta por el sentido y valor de su existencia. Para él, el hombre se ve, por una parte, arrojado a la existencia y, por otra,  se encuentra irresistiblemente condenado a la muerte que amenaza con hundirnos en la nada: de ahí los motivos de su angustia.

Santa Clara de Asís, poco antes de morir expresó: “Bendito seas tú Señor, porque me creaste”. Todo tiene un sentido, nada existe al azar en la medida que existe un Dios Creador. Todo lo que existe es mediante una Inteligencia Superior que todo controla.

¿Cómo pretendemos dar sentido a nuestra vida humana, a nuestra realidad personal si no sabemos de dónde venimos, ni lo que somos y hacia dónde vamos?. Somos seres dotados de inteligencia, voluntad y libertad, por consiguiente, de cada uno y de nadie más, depende degradarnos en una existencia inferior o regenerarnos en niveles superiores.

Si creemos que somos producto de la casualidad, no podremos saber de dónde venimos. Pero si creemos que nuestro origen es causal, la inteligencia nos dirá que en el origen de cada realidad personal, única e irrepetible, existe un proyecto de Alguien con inteligencia superior, a quien llamamos Dios.

El hombre ha sido creado a imagen y semejanza del Todopoderoso y aquí es donde comienza esta aventura de la vida humana y, - parafraseando a José Seco Pérez - digo, como toda película tiene un final, depende de cada uno de nosotros, que ese “final” sea feliz o angustiante.

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