Aunque rudo el subtítulo, según calificadas compañeras de trabajo, este artículo no tiene la más mínima intención de provocar una guerra de sexos, y ni de muy lejos, ha de entenderse como una misoginia. Sí, pretende resaltar los tremendos como desagradables errores gramaticales propiciados por un minoritario sector, al cual denomino: “Frente de Féminas Fanáticas del Fenimismo Frenético” <5F´s>.
Aplaudo con generosidad y acompaño la lucha de las mujeres por reivindicar sus derechos. Todo humano y principalmente, toda mujer, por el simple hecho de ser madre, es merecedora del más elevado sitial en la sociedad. No se debe obviar que, mujer es mi madre, mi esposa, mi hermana, mi hija. Mujer es hija del Padre; madre del Hijo; esposa y templo del Espíritu Santo. Mayor título en el universo, ¡imposible!
Pero nadie reivindica sus derechos, ensañándose con el pobre idioma español. El conocido periodista Jesús Ruíz Nestosa, recientemente incorporado a la Academia Paraguaya de la Lengua, pisó el callo de las “5F´s” con su discurso “Las confusiones del género y del Sexo. Una práctica Equivocada”
Criticó las costumbres de duplicar los sustantivos al plural como “los niños y las niñas”, “los profesores y las profesoras” y ni hablar de la nueva moda de escribir “L@s niñ@s”. Algunas doñas de “Kuñá Aty” le pusieron la cruz y le calificaron de retrógrado. ¿No es erróneo y desagradable el uso de una medida de peso como “arroba” en gramática? (F. Oliveira y Silva – Los Sexos p.141)
Por ejemplo, dice Oliveira y Silva (p.38) “Todos los nombres de profesiones terminados en “or”, admiten el femenino “ora”. Y así decimos el constructor, la constructora; el doctor, la doctora; el profesor, la profesora. Pero si se quiere feminizar ciertas palabras como “el miembro de una asociación”; “el gobernante”; “el estudiante”; “el paciente”, etc., ya se está atentando contra el idioma, al decir: la miembra, la gobernanta, la estudianta, la pacienta, etc.
¿No suena horrible escuchar “los alumnos ausentes y las alumnas ausentas? ¡Ridículo! Igualmente estúpido suena decir la cantanta, la cancillera, la juaneta, la microbia, etc. Emanciparse del “yugo masculino” prostituyendo el idioma es sencillamente grotesco e ignorante.
Reivindicar a la mujer gramaticalmente y denigrarla sexualmente, es la conducta más cínica y villana que se pueda asumir (Los Sexos p. 62). Me permito sugerir a “las 5F´s” que se ocupen de tantas niñas criaditas, domésticas y demás cenicientas de nuestro dolorido país, explotadas por sus “enjoyadas patronas” hasta con 10 o más horas de trabajo. Apesta la actitud de estos hipócritas corifeos de la igualdad, afirma indignado Oliveira y Silva (Los Sexos p.62)
¿Por qué no se conserva lo tradicional: el rey, la reina; el profesor, la profesora; el juez, la jueza. O es que, siguiendo con esta tilinguería, masculinizaremos también los vocablos terminados, por ejemplo en “ista” o “eta” para caer en la desagradable cacofonía y decir: “concertisto”, “dentisto”, “hipócrito”, “seminaristo”, “periodisto”, atleto, “austronauto”, etc.
Afortunadamente, las estrellas del “5F´s” son minoría, por tanto, hay más mujeres inteligentes y de buen gusto como la escritora Nila López, de conocida trayectoria quien manifestó: “Estoy plenamente de acuerdo Jesús Ruiz Nestosa. El castellano no es ni femenino ni masculino, sino universal” concluyó Oliveira y Silva, (Naturalmente, este pobre escribiente, hace causa común con Nila López y el Prof. Oliveira y Silva, a quien, dígase de paso, afortunadamente conozco hace bastante tiempo).
Al respecto, el recordado Helio Vera, periodista y escritor destacó: “Poner niño o niña, o, @ (arroba) suprimiendo la última vocal, o la abreviación de los textos “los/las niñ@s no aporta absolutamente nada a la lucha por los derechos de la mujer, pero como las feministas son una especie de “talibanes con bombacha”, no se puede razonar con ellas”
El escritor explicó que “el español tiene género y no sexo, y no es por machismo ni feminismo, sino por el origen de las palabras. No se puede discutir con ellas, es un problema de ignorancia, es grotesco lo que hacen con el lenguaje. Vamos a terminar diciendo: la útera por el útero, la clítoris por el clítoris, finalizó Helio Vera. (Los Sexos p.143)
El subtítulo y algunos párrafos no son míos. Sólo me pertenece lo escrito en letra no cursiva. Al concluir esta reflexión, les sugiero respetuosamente saborear pasajes del libro “Los Sexos” del Dr. Oliveira y Silva. Con certeza, será de gran provecho para quienes sufrimos - sobre todo maestros y maestras - la tentación de escribir y hablar mal, creyendo que estamos muy actualizados con la nueva aberración lingüística.
<Así las cosas, y para estar a tono con esta actualísimo despropósito linguístico, me despido de “todos y todas”, deseando que estén “contentos y contentas”, mis “querid@s lector@s”, con un hasta “luego y hasta luega” para cada “uno y una” de los "miembros" y las “miembras” de mi amado país>.
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