miércoles, 20 de noviembre de 2024

SOMOS FELICES ¿O satisfechos?

 
Decía aquel Profesor: Todos anhelamos ser felices. Pero, ¿cuántos realmente logran tal anhelo? Cada uno tenemos nuestra propia visión de un ideal feliz…y corremos tras tal deseo. El primer paso es conquistar beneficios materiales necesarios como alimentos, vestidos, techo. El factor trabajo es imprescindible para lograr tal objetivo. 

Además, no pocas personas están dispuestas a comprometer su integridad por escalar un peldaño en la escala social, debido al hambre de gloria que los lleva a obsesionarse con el trabajo, incluso, hasta la delincuencia para estar a tono de los dictados de la “profecía social”. 

Luego, el necio compite en la “loca carrera del que tiene más…y en el menor tiempo posible, sin interesar los medios” para posicionarse en el estatus que desea. Se afana en poseer casa principesca, vehículos, abultada cuenta bancaria, trapos caros y ser admirado por lo que tiene…no precisamente por su estatura moral. 

Entonces, se autoafirma en sus cosas, dependiendo de sus posesiones para sentirse más que alguien, ignorando que en realidad, es poseído por sus cosas. Y a pesar de todo…se siente satisfecho. (No feliz). 

Si construye la felicidad solo en las cosas materiales (dinero, confort, estatus, vanidad…) transitar un terreno muy resbaladizo. No se niega que las cosas necesarias satisfacen los deseos, pero tal satisfacción, normalmente es de corta duración y lleno de trampas. 

No somos felices dándonos todos los gustos, en satisfacer los sentidos: sexo, alcohol, droga, poder…etc. ¿Qué queda luego de obtener todo lo señalado? Solo vacío y frustración y nada más. Tampoco somos felices dando rienda suelta a nuestra libertad sin frenos ni barreras, pues no debo hacer todo lo que quiero, sino lo que debo. 

Tampoco somos felices siendo irresponsables y patoteros, exigiendo solo derechos y nada de obligaciones. Y finalmente, nadie es feliz si vive de espaldas a Dios. Pues ¿De qué vale al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (Mateo 16:26) 

Felicidad es un estado en que la persona goza de la satisfacción completa de todas las necesidades. Esto no consiste en poseer una multitud de bienes materiales, sino en un acto que une con el Bien Supremo y tiene así un valor de consumación y acabamiento. Sinónimo de Bienaventuranza o Beatitud es suprema felicidad. 

Los arrogantes tienen un solo propósito, piensan que son superiores a los demás o inferiores a ellos. La arrogancia puede ser una manera de cubrir sentimientos de inferioridad que se experimenta cuando trata con otra persona, situándose él, por encima de otros. Por eso el arrogante es un ser tóxico… y estará satisfecho, pero nunca… feliz. 

Se dijo: Sé impecable en tus palabras, no te tomes nada personal, nunca hagas suposiciones, siempre da lo mejor de ti y sé feliz haciendo el bien. El modo más seguro de ser felices en esta vida es estar en paz y servir al Señor todos los días. ¡Ta upéicha!

viernes, 15 de noviembre de 2024

¡PUNTUALIDAD: ¿Virtud perdida o nunca adquirida?

 
El Padre Manfredo, al referirse una y otra a la puntualidad, sobre todo, a la celebración eucarística graciosamente decía: “Hay gente que es capaz de llegar tarde hasta a su propio funeral”. 

Afirma Aníbal Romero Sanabria en “La Globalización y los 10 pecados capitales del paraguayo”: La “hora paraguaya”, las 8.00 no son las 8.00, sino las 8.30 o quizás las 9.00. Es un círculo vicioso el ser impuntual, pues saben “luego” que otros llegarán tarde,… No le damos valor al “tiempo que es oro”

Todos conocemos algún especialista en llegar siempre tarde a donde vaya, es decir, nunca llegan a la hora prevista y siempre, con alguna excusa en la punta de la lengua. Aunque haya jurado la consabida expresión: “no te preocupes, ya estoy llegando”. ¿Por qué algunas personas sufren el “síndrome de tardanza”? 

Afirma la doctora Judit Castellà: La impuntualidad se relaciona también con cuestiones éticas y a menudo se califica como falta de respeto, lo que sitúa a los tardones crónicos en la esfera de los maleducados, irrespetuosos o poco empáticos. “En realidad a muchos de los impuntuales no les gusta serlo, querrían luchar contra ello, pero les cuesta porque es un hábito muy interiorizado”. 

Y tú, ¿qué tipo de impuntual eres? Distraído: Personas olvidadizas, propensas a la distracción, con déficit o falta de atención, que no prestan suficiente atención al paso del tiempo, no tienen una percepción realista de él y les cuesta gestionarlo.  

Optimista: Algunos subestiman el tiempo (…) o sobreestiman sus recursos para cumplirla en un determinado plazo y planean demasiadas cosas para hacer y acaban siendo irresponsables. 

Maleducado: A veces la impuntualidad es una conducta aprendida en casa porque los padres nunca llegan a la hora indicada, porque reforzaron esa mala conducta.  

Narcisista: Cree que puede llegar tarde porque está por encima de los demás, y utiliza el control del tiempo y el retraso como una forma de imponerse. 

Histriónico: Llega tarde, para que todos le estén esperando, llama la atención y ser el centro de la reunión. Los psicólogos relacionan este tipo con personas inmaduras y baja autoestima.  

Fóbico social: Quienes prefieren llegar tarde para asegurarse de que ya se habrá reunido un grupo, habrá comenzado la reunión, y no serán ellos quienes tengan que iniciar las conversaciones a medida que llegue el resto. 

Obsesivo-compulsivo: Se obsesiona con comprobar tantas cosas antes de salir de casa ­el gas, la luz, el agua, las puertas…­ que siempre llegan tarde a sus citas. 

PerfeccionistaPasan horas y horas acabando sus tareas, le cuesta finalizar todo lo que hace. 

Depresivo. Le falta decisión y energía para realizar todas las tareas programadas, le da pereza salir de casa, no sabe qué ponerse, qué transporte elegir, y su indecisión y ambivalencia le hacen llegar tarde (o incluso no llegar) a muchas de sus citas. 

Postergador: Hay tardones que necesitan adrenalina para hacer las cosas, que les gusta sentir la presión de tener que acabar todo en el último momento.  

Relativista: Dice “15 minutos no es para tanto” y se disgusta con “la rigidez” de los otros.”

jueves, 14 de noviembre de 2024

ARMONIOSA ... ¡Vida social-Ñande rekove!

 


Es necesario reflexionar sobre la vida social y la sociedad en general. Se piensa que el fin de la vida social es brindar bienestar a la ciudadanía. 

Por eso los humanos nos asociamos no solo para sobrevivir y satisfacer las necesidades personales, sino además para lograr una vida buena, que sólo se alcanza mediante las buenas relaciones interpersonales entre el conjunto de ciudadanos, afirma Ricardo Yepes S. en “Fundamentos de Antropología”, p 243) 

Aristóteles dice que los bienes de la vida social son: justicia, respeto a la ley, seguridad, educación, y sobre todo, los valores que guían la libertad, la amistad y la virtud. Pero, ¿cuántos conocemos los elementos de la vida social? ¿Qué significa para muchos la justicia, el respeto a la ley, la educación, la libertad y la virtud? 

El fin de la vida social es la felicidad. Entonces, la sociedad y sus instituciones (“la ciudad” la Polis) debe ayudar a los humanos a ser felices, es decir, en conseguir el conjunto de bienes que integran la vida buena.

El fin de la ciudad es entonces, lograr “lo que conviene para toda la vida”, para una vida plena y completa. Esto significa que la vida social, la vida económica, cultural y política, tienen mucho que ver con la ética.

En conclusión, la persona necesita de otras para comportarse conforme a lo que es y alcanzar su plenitud, porque no hay un “yo” sin “tú”, al decir de Martin Buber. 

Las buenas relaciones humanas -no son un accidente del que se pueda privar. Entender esto es entender al hombre. La sana convivencia con los demás es parte de la naturaleza humana, es irrenunciable. 

Es absolutamente necesario aprender a vivir en comunidad con decencia y respeto mutuo. Porque: “el que no puede vivir en comunidad, porque de nadie necesita por creerse autosuficiente, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un dios”, nos recuerda Aristóteles. 

Si eliminamos malas costumbres como peleas callejeras, la prepotencia-mbarete en sus diferentes formas, el desprecio que se demuestra hacia las normas de convivencia humana, entre otras malas conductas, podremos afirmar con satisfacción que, el fin de la vida social, es la felicidad del hombre. ¡Ta upéicha!

martes, 5 de noviembre de 2024

LA VERDAD ES MÁS PODEROSA: “Que el vino, que el rey y que la mujer”

 
Así dijo Tomás de Aquino, a unos jóvenes alumnos, quienes pidieron una respuesta. Y agregó: “Parece que el vino altera al hombre”, incluso, hasta hacerle perder el sentido”. 

El rey es capaz de empujar al hombre hacia cosas dificilísimas, hasta el punto de lograr de exponerse al peligro de muerte. La mujer, por su parte, ¡domina al mismísimo rey! Del libro “Libertad en el Pensamiento” (Antonio Orozco p.14). 

Al parecer, la fuerza de la verdad, como la del vino y la del rey, palidecen ante el titánico poder de la mujer. Luego, verdad, vino, rey y mujer son elementos capaces de variar el corazón del hombre. El vino, destraba la lengua y hace hablar “hasta por los codos”. 

Entre las cosas que mutan la tendencia de los sentidos, el deleite es la más irresistible y, en este campo, la mujer es más poderosa, habida cuenta que es capaz de someter al rey. Pero, la razón grita que: “la verdad es lo más digno, lo más excelente y lo más fuerte”. 

Tal argumento es muy saludable en nuestros tiempos, en los que andamos tan necesitados de buen gusto, decencia, honestidad y en permanente ayuno de sabiduría. El hombre es carne espiritual y espíritu encarnado y forma un todo por la razón que es lo más alto que hay en él. El ser humano debe vivir en la verdad. Su fin es la verdad. 

Hoy la verdad está aplastada por el deseo de poseer que arrasa y devora al humano, como un terrible tsunami. Ya no sabe quién es y para qué está en el mundo. Entonces, vive desencantado y sin sentido. 

Por eso se zambulle en vicios -entre ellos el alcohol- muriendo y matando en sus diversos modos: Asesinatos, accidentes, imprudencia, violencia en la casa, en la calle, en la escuela, en el estadio, etc. 

Hoy no es fácil hablar con la verdad, la conducta maltrecha de muchos, los paraliza. La carencia de veracidad es una grave dolencia que tiende a convertir al hombre en bestias, porque anula el ejercicio del entendimiento, creado, precisamente, en vista de la verdad. 

Nuestra realidad actual está pintada con un salvajismo incontenible. No se recuerda haber vivido tanta violencia como en estos tiempos. La prensa escrita, oral y televisiva nos bombardean e inundan nuestras vidas con trágicas noticias. 

Que Tomas de Aquino visite nuestras instituciones públicas y privadas, como a las familias, y nos invite a ingresar a esa compleja empresa llamada nuestro Yo. Ya lo dijo el Maestro: La verdad os hará libres” ¡Ta upéicha!

viernes, 1 de noviembre de 2024

NUESTRO DIARIO: ¡Contrasentido!

   

Hoy, se alaba el avance casi omnipotente del progreso tecno-científico. Y a ese optimismo y explosión desbordante de saberes, llamaron: cientificismo. No es para menos, teniendo en cuenta los beneficios que aportan al hombre. Pero, el futuro, está repleto de incógnitas, debido a algunas dudas:

*Superpoblación. En el año1900, la población era algo más de 1.000 millones. Hoy, se habla ya de 7 mil millones. Y en el 2025, estiman que llegaremos a los 10 mil millones. El excesivo consumo, la constante contaminación ambiental como la polución material y moral, amenaza seriamente nuestra fauna. 

*Hambre. Nunca como hoy se produce cantidad de bienes de consumo. Pero, millones de seres humanos padecen y mueren de hambre en el mundo. La grieta entre ricos y pobres al inicio de este siglo se agranda y profundiza. Estudios revelan que, en el siglo XVII, la proporción de desigualdad era de 1 a 5 y ahora, esa desigualdad llega a ser de 1 a 4.000. ¡Qué contrasentido! 

En los países ricos se guardan toneladas de alimentos, mientras que millones de niños desnutridos están condenados a mendigar. Y ¿Qué dicen los amos del mundo? 

*Violencia: Decimos amar la paz, pero el mundo está cada vez más hostil. No hablamos de las guerras mundiales ni de los interminables actos terroristas. 

Las diferencias sociales, políticas, vecinales y familiares provocan peleas y muertes. por eso, llamaron a este fenómeno de violencia urbana “síndrome de ratópolis”, porque las ratas se matan entre ellas. ¿Qué dicen los gobiernos e intelectualoides de su currículo académico? 

*Globalización. Dicen que el sociólogo McLuhan, acuñó en 1962, el vocablo “aldea global” para describir los procesos de “integración e intercambio” de las sociedades humanas. Contribuyó a estos logros tecnologías como la Tv, Internet, el inglés y la americanización de la cultura. 

Pero, la globalización es un contrasentido, porque en realidad beneficia a muy pocos y excluye a dos tercios de la población, es decir, a la mayoría. Se pierde lazos de solidaridad, la familia se desintegra, los matrimonios escasean; en cambio, aumenta la desconfianza, la inseguridad y la soledad. Lo que se socializa es el Vyroreí.

Así, el individuo se fractura en diferentes “yoes, porque muchos son los ídolos que idiotizan a las masas: Programas de Tv basura, revistas del corazón entre oros anuncios violentos y pornográficos, disfrazados de “diversión familiar”. 

*Corrupción. Casi ningún país se salva de esta plaga social. Muchos políticos pregonan la necesidad de transparencia, pero constantemente se denuncian actos de corrupción: ningún poder del estado se salva, en éste o en aquel país. 

Diariamente los medios de comunicación denuncian transacciones ilícitas, compra de conciencia, tráfico de influencia, fraude fiscal, relajamiento de autoridades, robos, sobornos, mentiras, grosera impunidad. ¿Qué hacer ante tanta podredumbre individual, social y moral? 

Pero, el reino de justicia se impondrá, y ...ay  de quienes oigan a Cristo, en aquella hora terrible decir: "Apártense de mí, malditos, vayan al fuego que no se apaga, preparado para el diablo y sus ángeles(Mt 25:41). ¡Ta upéicha

sábado, 26 de octubre de 2024

¡EL DINERO NO ES TODO! Del maestro de coro-Salmo de los hijos de Coré.

 
Oigan bien esto, pueblos y habitantes de todo el mundo, lo mismo los ricos que los pobres, lo mismo los poderosos que los humildes. Voy a hablar con sabiduría y expresaré pensamientos profundos; pondré atención a los refranes, y diré mi secreto al son del arpa. 

¿Por qué voy a tener miedo cuando vengan días malos, cuando me rodea la maldad de mis enemigos? Ellos confían en sus riquezas y se jactan de sus muchos bienes, pero nadie puede salvarse a sí mismo ni pagarle a Dios para salvar su vida. ¡No hay dinero que compre la vida para siempre!

 Se ve que todos mueren por igual, lo mismo los sabios y los tontos, y quedan para otros sus riquezas. Aunque dieron su nombre a sus tierras, el sepulcro será su hogar. ¡Allí se quedarán para siempre! 

Nadie es eterno, por muy rico que sea, muere lo mismo que los animales. Así acaban los que en sí mismos confían; así terminan los que a sí mismos se alaban. Para esa gente, la muerte es el “pastor” que los conduce al sepulcro como si fueran ovejas. 

Cuando llegue la mañana, los buenos triunfarán sobre ellos; su fuerza irá decayendo y el sepulcro será su hogar. Pero Dios los salvará del poder de la muerte, porque nos llevará con Él. 

Si alguien se hace rico y aumenta el lujo de su casa y de sus cosas, cuando muera nada llevará: ni su lujo le seguirá al sepulcro. Aunque se sienta “feliz” mientras vive, y la gente lo alabe por ser rico, el día de la muerte llegará y no volverá a ver la luz. 

Nadie es eterno, por muy rico que sea morirá. Alfonso Milagro Dice: 

¿Te fijaste cómo se consume la vela? Da luz, disipa tinieblas, pero a costa de su propia existencia…se va consumiendo, deshaciendo, desapareciendo... Cuanta más luz da, menos le queda para ella. Y cuando ya no puede ser útil, deja de existir. 

Así debemos ser nosotros a costa de ciertos disgustos. Este debe ser nuestro programa de vida: dar felicidad a los otros, aunque ello suponga renuncias y privaciones. Así como lo hizo Jesús, el Señor. 

Cuando una mamá nos la vida, sufre; pero ella en su propio hijo cobra nueva vida, valor y amor. Es hermoso llegar al final de la vida teniendo conciencia de que nos hemos consumido por el bien de los demás. No es fácil. Es el precio de la eterna felicidad. ¡Ta upéicha

jueves, 17 de octubre de 2024

LAS SIETE …. ¡Maravillas del mundo!

 
Se lee en el web católico de Javier: A un grupo de estudiantes de secundaria se les pidió hacer una lista de lo que ellos pensaban que eran las “7 maravillas del Mundo actual”. A pesar de algunas diferencias, las siguientes fueron las más votadas: 

1. La pirámide de Chichen Itzá en México. 2. El Taj Mahal de la India. 3. El templo de Petra, en Jordania. 4. El coliseo de Roma.5. El Machu Pichu, del Perú. 6. El Cristo Redentor, de Río de Janeiro y 7. La Gran Muralla China. 

Mientras contaba los votos, la maestra notó que una niña no había terminaba de listar sus sugerencias. Entonces le preguntó si tenía problemas con su lista. La niña respondió: 

“Si, un poquito. No puedo decidirme…porque hay muchas”. La maestra entonces le dijo: “Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar”. 

La niña pensó un instante, luego leyó: “Yo pienso que las siete maravillas del mundo” son:

1. Poder ver...
2. Poder oír...
3. Poder tocar...
4. Poder probar...
5. Poder sentir...
6. Poder reír...
7. Y poder amar…
 

Hubo un silencio en la clase, tanto que, se hubiera escuchado la caída de un alfiler. 

Fin: ¡Las cosas simples que a veces tomamos como tales, son sencillamente maravillosas! Luego Entonces alguien dijo: Un recordatorio a tener siempre presente es que: “Las cosas más preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero”. ¡Ta upéicha!

martes, 15 de octubre de 2024

PIRE PERERÎ ... ¡Suceptiblidad!

 
“Pire pererî” en guaraní significa piel fina. Según María Moliner, susceptible es la persona que piensa que lo que otros dicen o hacen son ofensivas. Luego, sería una característica de las personas paranoicas, tener mucho miedo. Desconfían de todos, por creer que los demás tratan de causarle daño. 

Es frecuente encontrar gente que tiene la epidermis muy delicada. En las redes sociales se les suele denominar “pire pererî vulgaris”. Es lo contrario del pire atâ (piel dura o curtida) o pire anambusú (piel gruesa), a los que nada les daña.

“Sea como sea el estilo de vida que llevemos, está claro que tarde o temprano terminamos topándonos con personas susceptibles. Que a la mínima crean dramas y que, aunque no tengan por qué disfrutar con los conflictos, lo cierto es que lo llevan todo al terreno personal con mucha facilidad. (Arturo Torres): 

Según Arturo Torres: Las características de las personas susceptibles son las siguientes: 

1. Ante la ambigüedad, ven conflicto. Cuando esto ocurre, las personas especialmente susceptibles asumen el peor escenario posible, y se imaginan fácilmente ofensas dirigidas hacia ellos. 

2. No se paran a reflexionar sobre su enojo. Otro de los aspectos básicos de las personas susceptibles es que no se paran demasiado a plantearse qué ocurrió realmente cuando se sienten ofendidas. No siempre se enfrentan a quien según ellas les ha atacado. Es posible adoptar una actitud pasivo-agresiva. 

3. Intentan que la conversación gire alrededor del supuesto ataque, dado que le dan mucha importancia a la causa de su malestar que pueden intentar dejar de lado el tema de conversación que se estaba tratando antes, o lo que se estaba haciendo. 

Si algo nos caracteriza como especie, eso es la diversidad. Los seres humanos somos capaces de adoptar muchas maneras de vivir la vida, y por eso tenemos diferentes personalidades, actitudes y maneras de percibir la vida y las relaciones personales. 

Nuestra diversidad hace que, en algunos casos, nos encontremos con personas con rasgos personal muy extrema. Cuando estos rasgos tienen que ver con actitudes hostiles o la facilidad para generar conflictos, puede llegar a ser un desafío tratar con esos individuos. 

La gente pire pererî es una realidad. Así, es mejor saber gestionar nuestras relaciones personales. Luego:

1. No ridiculices. A veces, la susceptibilidad de quien habla con nosotros puede parecernos una broma. Pero, el motivo de su enojo es muy real. El primer paso es aceptar que se han ofendido de verdad. 

2. Discúlpate solo cuando haya motivos. Pedir perdón no te hace menos ni te rebaja. Todo lo contrario.

3. Si vas a criticar, adopta una perspectiva impersonal y constructiva, no personal. Hazlo refiriéndote siempre poniendo énfasis en lo que se puede mejorar, y no en lo que está mal. 

4. Usa un lenguaje no verbal no hostil. Tus posturas y gestos deben denotar confianza y aceptación, y no hostilidad o una actitud a la defensiva. Evita posturas encorvadas o mantener los brazos cruzados y muestra que el contexto no se merece ver a un enemigo en la otra persona. 

5. Mantén una actitud educada, pero no te obsesiones. Tener miedo a ofender a la otra persona no tiene sentido, porque eso genera un ambiente enrarecido al que las personas pire pereri tienden a ser sensibles. Asume que no tienes por qué intentar controlar plenamente la situación, y mantén unas normas básicas de educación. ¡Ta upéicha

viernes, 11 de octubre de 2024

A PALABRAS AGRIAS … “Respuestas Suaves”

 

“La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más. Una respuesta amable calma la furia, una palabra hiriente hace que aumente la cólera”(Proverbios 15, 1) 

La blanda respuesta quita la ira, la palabra áspera hace subir el furor”. Si hablas con bondad, las personas que estén enojadas se tranquilizarán. Si hablas gritando, sólo se enojarán más”. (Pr. 15:1) 

“Recibir mensajes desagradables -es parte de las conversaciones- pero evitarla tampoco ayuda a mejorar la situación, porque posponer el diálogo puede resultar peor. Existen algunas prácticas que pueden ayudar a suavizar el momento y mantener nuestras relaciones personales intactas. Afirma Vero Saldaña.

“Según la actriz británica Rebecca Knight, la clave está en aprender y entrenar sobre cómo manejar estas conversaciones, para así disminuir el dolor que pueden ocasionar en nosotros y nuestro interlocutor, y rescatar un resultado positivo de la misma”. 

*Cambia tu mentalidad. Si piensas que vas a tener un diálogo “difícil”, entonces te predispones a sentirte molesto y nervioso. Dale un giro positivo, piensa qué bueno es comunicar una retroalimentación con muchas áreas de oportunidad, es decir, intención ayudar a la otra persona, mostrarle en qué aspectos puede mejorar. 

*Respira. Respirar profundo ayuda a calmarnos y así, poder manejar mejor un diálogo difícil. Hacer pausas a lo largo del día ayuda a reenfocarnos y puede servir cuando una conversación se torna dura. Si es el caso que un colega discute contigo de manera áspera, excúsate. Toma un tiempo para calmarte, camina, respira. 

*Planea tu conversación. Planear lo que vas a decir y cómo lo vas a decir. Es improbable que la conversación vaya a desarrollarse de acuerdo a nuestros gustos. Pensar con antelación los posibles caminos que puede tomar, ayudará a estar mejor preparado.  

La estrategia de tu conversación deberá ser flexible y tu lenguaje simple, claro, directo y neutral. Empatiza con la perspectiva de tu interlocutor. Antes de ir directo al tema, hazte dos preguntas: ¿Cuál es el problema y cuál es el problema según mi interlocutor?  

Conocer el punto de vista del otro es importante para demostrarle que nos interesa entender su punto. Escucha detenidamente qué dice y cómo lo dice, y toma un momento para procesar esta información. Así, se podrá encontrar el terreno común sobre el cual ambos pueden construir juntos. 

Conversa lento y escucha. Para mantener las tensiones a raya, disminuye el ritmo del diálogo. Hacer pausas antes de contestar, da la oportunidad de meditar tu respuesta y escoger las palabras correctas.  

Ayuda a calmar los ánimos de la otra persona. Si tomas tiempo de escuchar el mensaje de tu contraparte, podrás conocer mejor su inquietud y atenderla de mejor manera. Que tu lenguaje no verbal coincida con tu atenta escucha. 

Si la conversación trata sobre un asunto que afectará a otra persona, como un despido, ofrecerle algo a cambio: escribir una carta de recomendación favorable. O si se trata de rechazar alguna tarea que no te es posible realizar, ofrece alguna alternativa que le demuestre al otro que tienes respeto e interés en ayudar. Reflexiona y aprende. 

Después de sostener un diálogo difícil, es valioso evaluar el resultado. Piensa en el porqué de tus acciones y qué podrías hacer diferente. Además, es provechoso ver el modo en que otras personas sostienen conversaciones difíciles y aprender de sus tácticas. ¡Ta upéicha! 

lunes, 7 de octubre de 2024

¡DIOS MÍO! ... ¿Por qué sufrimos?

 La biblia dice que Dios es amor y bendición para quienes confían en Él. Dios nos ama, bendice, provee, sana, libera, salva, trae plenitud, protege. Pero, ¿Por qué sufrimos? 

Hace falta entender que el motivo básico del sufrimiento es el pecado. Desde aquel “fatal error gastronómico”, ocurrido en el paraíso (desobediencia al comer del fruto prohibido). Así, enfermedad, traición, dolor, injusticia, y la muerte seguirán siendo parte de esta humanidad. 

El sentido del sufrimiento es hacer el bien al que sufre. “No nos está permitido “pasar de largo”, con indiferencia. sino que debemos “pararnos” junto a Él. (Juan Pablo II).

Enfermedad, sufrimiento y dolor, es un combo de males que acompaña al humano durante toda su vida. Producen angustia, depresión, rebeldía, contra todos y contra Dios. Indican impotencia, límite, finitud. Y anuncian su destino final: La muerte.

¿Por qué sufrimos? ¿Se puede ser feliz sufriendo? Veamos: La mutilación de un miembro o la muerte en una ruta: ¿A quién culpar … a la borrachera de otros…a la mía… al pavimento? ¿Qué tiene algo que ver Dios en el suceso?

Algo propio en el ser humano es el castigo por el pecado. Preguntamos: ¿Por qué a mí? ¿Qué hice? “Todos nacemos hambrientos, necesitados y con tendencias al mal”. Muchas conductas tan nuestra-ñane mba é- son causas de sufrimientos. Algunos ejemplos: 

*Se pisotean derechos ajenos. En vez de reconocer las faltas, groseramente se amenaza. Se roban el puesto de los demás en la fila. Se molestan con polución sonora… 

*Choferes varones y mujeres cierran el paso a otros. Estacionan el espacio peatonal atropellando sus derechos. 

*Arrojan cloacas y basura a la calle, lo mismo hacen desde sus vehículos sin sonrojarse. El caradura, tová atá, dirá: “Para eso están los barrenderos”. No faltan quienes largan a sus perros a la calle…Estos deben estar en casa y bien cuidados. 

*Ocupan las veredas, exponiendo la vida del peatón, obligado a transitar por la calzada. Y tantas violaciones más, propias de este maximísero y errante país, copado por ignorantes, matones y prepotentes -mbareté pokaré. 

Con razón dice Carlos Díaz Hernández: “El humano de hoy es un animal enfermo, etimológicamente hablando (in-firmis, no firme): camina con un pie más corto que otro, hipertrofia su brazo tecnita a costa de la bella alma de santo: una especie en pañales en su desarrollo moral. 

Respetar es ponerse en lugar del otro, saber que puedo lastimarlo; que debo respetar normas. Si deseo ayudar para una mejor sociedad, debo evaluarme y avanzar en ese proceso de ser menos irracional, es decir, menos “bestia”.

Vivimos en sociedad. Es hora de corregirnos los unos a los otros: caso contrario lloraremos cuando unos “desubicados abortos sociales” nos hagan sufrir. Lloraremos como rebaño lo que no hemos sabido defender como personas libres y solidarias. 

Este tipo de gentuza provoca dolor debido a su amasado embrutecimiento. Así la gente sana, comencemos a hacer el bien para no seguir diciendo inútilmente: “Es preciso que todo cambie para que todo continúe”. ¡Ta upéicha!

martes, 1 de octubre de 2024

¿HOMBRE O MACHO?

 
Dice Juan Sebastián Barriga Ossa: Es difícil ser hombre. Desde que nacemos nos hacen creer que es fácil. Pero no, es jodido, tan jodido que pocos realmente se atreven a enfrentar su masculinidad ¿No me cree? Pónganse a pensar en lo que le enseñaron de chiquito. 

A ser el más fuerte, a ganar todas las peleas, a poseer a todas las mujeres, a proveer, a mantener, a siempre tener valor, a verse como hombre, a hacer cosas de hombre, a no necesitar ayuda. Pero cuando no pudo cumplir con esto ¿qué sintió?, tal vez miedo o confusión, o más bien debilidad.  

En décadas pasadas, a los varones nos enseñaron a no ser débiles, porque, cuando nos sentimos débiles no sabemos qué hacer. Muchas veces, esa incapacidad de controlar nuestros sentimientos se convierte en frustración, en rabia y sobre todo en violencia. 

Preguntemos: ¿Cuándo no pudimos cumplir con el rol de macho? ¿Cuándo la presión pudo más que su voluntad, cómo actué? ¿Cuándo fue la última vez que pude llorar? 

No es fácil ser hombre porque siempre estamos en una competencia, siempre tenemos que vencer o conquistar y cuando no podemos… nos dicen que está bien tomar, poseer, arrebatar, imponer. Abusar.  

José Manuel Hernández psicólogo, trabaja con hombres abusadores, dice: "cuando nacemos, a los hombres nos repiten una serie de conductas: que debemos ser fuertes, que un hombre no llora, etc". 

Estos ideales o modelos son una especie de libretos que tenemos que cumplir en nuestras vidas para ser aceptados en la sociedad como hombres y suelen ser imposiciones creadas por el sistema patriarcal.

Un macho nace, pero solo un ser humano maduro puede ser hombre”, dice un dicho. “Ser macho no es más que una cualidad del hombre. Un hombre es el que se esfuerza por demostrar sus emociones, que se hace cargo de sus acciones y respeta a la mujer”. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el 12,6 por cada 100.000 hombres se quitan la vida en comparación a 5,4 por cada 100.000 mujeres, o sea el doble.  

Esto ocurre porque la mayoría de los hombres no expresan sus sentimientos sumado a la presión social de ser proveedores y cabezas del hogar. Genera un cúmulo de frustración que explota de algún modo. 

Algunos no aguantan y deciden quitarse la vida y otros descargan su desconsuelo contra las que creen más “débiles”, que son de “confianza” o que dominan, como a su familia. Luego, seamos hombres y no machos. Somos creados a imagen y semejanza de Dios, que no es poca cosa. ¡Ta upéicha!

jueves, 26 de septiembre de 2024

RELATIVISMO MORAL

 
Dice Adolfo J. Castañeda: “El relativismo consiste en que la verdad de todo conocimiento o principio moral depende de las opiniones o circunstancias de las personas. Como las opiniones y las circunstancias son cambiantes, ningún conocimiento o principio moral, según esta postura, es objetivo o universal”. 

Es decir, el relativismo afirma que ningún conocimiento o principio moral es verdadero independientemente de las opiniones de las personas o de sus circunstancias, ni tampoco, por esa misma razón, es válido para todos en todo tiempo y lugar. 

En realidad, el relativismo, en cuanto al conocimiento de la realidad en general, es agnosticismo (niega, o pone en duda, la capacidad del ser humano de conocer la verdad real, objetiva; y, en cuanto al conocimiento de lo moral, en individualismo o subjetivismo).

Una de ellas es el considerar que todas las opiniones morales tienen la misma validez, sin importar que algunas de ellas sean contrarias entre sí. El relativismo moral odia a las jerarquías de las ideas. 

El relativismo moral o ético da igual valor, legitimidad, importancia y peso a las opiniones morales y éticas sin importar de quién, cómo, cuándo y dónde se expresen; por tanto, las opiniones morales o éticas, que pueden variar de persona a persona, son igualmente válidas y ninguna opinión de “lo bueno y lo malo”. 

Algunos afirman que situaciones cambiantes hacen cambios en la moralidad – en situaciones diferentes, diversos actos podrían ser calificados como incorrectos en otras situaciones. Pero hay tres cosas por las cuales debemos juzgar una acción: la situación, el acto, y la intención. 

Dice A. Milagro: “Dios te dio cabeza, manos y corazón: cabeza para pensar, manos para obrar, corazón para sentir. Necesitas de las tres cosas; no pretendas desprenderte de ninguna de ellas, pues quedarías incompleto, imperfecto: no serías hombre. 

No puedes prescindir de la cabeza, porque tus obras serían imprudentes y podrían llevarte al fracaso; no puedes prescindir de las obras, pues, de lo contrario, tus pensamientos serían estériles e infecundos; no puedes olvidarte del corazón, pues tus pensamientos y tus obras resultarían muy fríos y por lo mismo no serían humanos. 

Ni cabeza sin manos y sin corazón; ni manos sin pensamientos y sin corazón; ni corazón sin ideas y obras. La cabeza, para pensar; las manos, para obrar; el corazón, para sentir. Y pensando, obrando y sintiendo llegarás a ser íntegramente hombre. 

“Mejor es refugiarse en Dios, que confiar en el hombre” (Sal 118, 8). “Líbrame del hombre malo y del violento guárdame” (Sal 140, 2 ss) ¡Ta upéicha!

viernes, 20 de septiembre de 2024

AMAR LA VERDAD ... ¡Condición previa de la Educación!

 
¿Qué es la verdad?” preguntó Pilato a Jesús, cuando lo llevaron ante él declarando: “Yo … para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Jn 18:37). 

Educar en la verdad es vital misión de los educadores, es decir, distinguir lo verdadero y lo falso. Cuando lo que se busca es la verdad, se busca el bien. La verdad y el bien se favorecen y se fortalecen mutuamente. Luego, la verdad es un principio básico de la educación. Buscar la verdad y el bien son una misma búsqueda. Un conocido cuento dice: 

“Cierto día la Belleza y la Fealdad decidieron bañarse. Después de un rato, salió del agua la Fealdad, se vistió con la ropa de la Belleza y se fue. Luego la Belleza, al no encontrar su ropa, se puso los vestidos de la Fealdad. 

Desde entonces, muchos seres humanos las confunden. Pero hay personas inteligentes que se fijan mejor, ven las obras y el rostro de una y otra, y las reconocen, sin dejarse engañar por los ropajes de cada una”. 

Dice A. Milagro. “Muchas veces nos preguntamos qué es la vida, y sobre todo nos inquieta el saber para qué es la vida. Porque es muy triste estar en una sala de espera, sin esperar nada, vivir porque se tiene vida, pero sin hacer nada en fa vida, sin esperar nada de la vida, sin darle un sentido a la vida; una vida inútil es una muerte prematura. 

Vive de tal manera, que cuando mueras no te avergüences de haber vivido; al contrario, que estés satisfecho de haber vivido tal como viviste. La vida no es placer, la vida no es comodidad, la vida no es diversión, la vida no es turismo, la vida no es dinero, la vida no es confort; la vida tiene todo eso, pero la vida no es eso. 

Como tampoco la vida no es dolor, la vida no es lágrimas y llanto, la vida no es sufrimiento y pesadumbre, la vida no son problemas y angustias... la vida tiene todo eso, pero la vida tampoco es eso, precisamente. La vida es cumplimiento del deber, llenar un puesto, cumplir una misión, contribuir al bienestar de los de más: eso es vivir. 

“En la senda de la justicia está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte” (Proverbios, 12, 28). “Vosotros, que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana. Sois vapor” que aparece un momento y después desaparece” (Sant, 4, 14).