domingo, 13 de septiembre de 2020

A PESAR DE TODO… ¡¡ADELANTE!!

                                              A PESAR DE TODO SIGUE ADELANTE! (ft.Seiko M) (Prod.Doble A nc Beats) -  YouTube   

 ¿Qué humano vive sin dificultades en este “valle de lágrimas”?. ¿Cuántos piensan que sus muchos problemas crecen y no ven solución que los saque del pozo sin fondo? ¿Acaso no sabemos de gente que ya no cree en nada ni en nadie?

El hombre está sacudido por su yo y la sociedad; por como piensa, su credo y su sentido de libertad están condicionados y, en gran medida, influidos por cómo se vive hoy.

A unos les tocan momentos más dolorosos y sangrantes... a otros (sin trabajo ni pirá piré y para más yapa, oú aveí la coronavirus. Hay gente que sufre secuestro de familiares, y otros, que vivimos secuestrados por bandas delictivas y también, desde cargos públicos.

Otros katu, oikó satisfechos en su microcosmos –en su taper- en fin…de todo estamos en este gran chiquero mundial. Ansiedad y estrés no controlados, llevan al consumo de “remedios que no remedian” y la depresión está al asecho.

La ansiedad y la tv que poco aporta y mucho idiotiza, nos esclavizan por el miedo, y queriendo abrir paso para ir velozmente a ningún lugar, acusamos al gobierno de corrupto -que no discuto-, salimos a joder, a contagiar... y a morir estúpidamente.

En la carrera de la vida, muchas veces, los grandes enemigos, para alcanzar las metas...somos nosotros mismos, porque diciéndonos cristianos, vivimos paganos de conciencia averiada. Somos cegados por la ilusión mundana, con infeliz resultado para nuestras vidas.

No tengan miedo”. Él venció al mundo y nos hace vencedores. Con esta verdad en el corazón, añeteté hape, si cumplimos el deseo del Señor, entregándole nuestras cargas, seguros que nos aliviará.

Para vencer el py-á ró es necesario cambiar pensamientos y actitudes: mente renovada y confianza en Aquel que no miente, el Señor Jesús. Con la paz de Cristo ndaipory quebranto ipu-á kava ñande rehé.

La ansiedad lleva a la desesperación y a buscar, sin importar los medios, cualquier salida. Y “cualquier salida” muchas veces lleva a la cárcel o a la muerte. 

En una sociedad en la que priman la envidia, el resentimiento, el egoísmo y la maldad, existen pecados inimaginables que amenazan nuestra tranquilidad y pone delante el desánimo y la desesperanza.

Con “terrícolas”, ignorantes y matones, amigos de quebrantar la paz, corremos peligro de estallar. ¿Por qué? Porque el ser respetuosos y decentes, no nos blinda ante a los problemas

El militante cristiano –no el cristiano pererí de pacotilla- cuida el bien común, respeta a los demás y las leyes. Vivir con decencia no es vivir eternamente en un “parque de diversiones o en juego de piky vóley”.

Aunque atribulados, a causa de “nuestra raída existencia”, no estamos abatidos; sí perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. (2ª Cor. 4, 8-9)

No debemos rendirnos aunque empeore la “tormenta” a nuestro alrededor, urge ser fuerte y perseverar. El seguir a Jesús no trae un seguro contra decepciones y dificultades. ¡Todo lo contrario!.

Los problemas estarán siempre latentes. En nuestra condición de cristianos es necesario enfrentarlos. Pero, con toda seguridad saldremos airosos, porque instalamos en nuestro corazón el “cuartel general” de Cristo, y con Él, la victoria está garantizada!

viernes, 11 de septiembre de 2020

“SÍNDROME” DE MICAL

                                          Victorias de david sobre los filisteos

Síndrome, define el DRAE: Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad: síndrome catarral. (Mical hija menor del rey Saúl, fue esposa del rey David).

Cuando el arca del Señor llegó a la Ciudad, Mical se acercó a la ventana. Al ver a David saltando y bailando delante del Señor, sintió en su corazón un profundo desprecio por él. (cf. 2ª Sam 6: 16)

David ofreció sacrificios de reconciliación delante Yahvé, bendijo al pueblo en el nombre del Señor todopoderoso y a todos los israelitas allí presentes, les dio un pan, una torta de dátiles y otra de pasas. Después todos se volvieron a sus casas. 

David fue a su casa para bendecir a su familia; Mical, con desprecio le dijo: ¡Qué bien quedó hoy el rey de Israel, mostrándose delante de las esclavas y criados como un desvergonzado cualquiera! 

David le respondió: Es verdad; bailé delante del Señor, que me escogió para ser el jefe de su pueblo Israel. Por eso bailo delante de él. Y me humillaré más; me rebajaré, según tu opinión, por tanto danzaré delante de Yahvé”.

Dos puntos a reflexionar: a) la disposición de David para bailar delante de Dios en señal de alabanza y gratitud, sin importarle sus vestiduras. b) la actitud malintencionada de Mical, ante el acto de amor, gratitud y gozo de David.

David danzaba con todas sus fuerzas delante de la presencia de Dios. El desprecio de Mical no tiene validez porque David, no bailó para exhibirse ante el pueblo, sino para agradar a Dios.

Hoy también, en el trabajo, en la iglesia, en todas partes, hay gente igual a Mical, con resentimiento y amargura, que piensa que otros no tienen mérito para hacer esto o aquello y, mucho menos para trabajar en el campo de Dios. 

Para tener un corazón como el de David, es necesario convicción para hacer lo que se debePara saber “por qué y para quién” hacer. Siempre habrá una Mical que desprecie y acuse y haga tu vida difícil.

El Evangelio de hoy dice: En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? (…).

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que está en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decir: Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo, si tienes una viga en el tuyo? “¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tus ojos…” (Lc 6, 39-42) 

Jesús nos da tres lecciones de sentido común y cristiano. 1. No puede un ciego guiar a otro ciego. Tenemos que acercarnos a Jesús, Luz verdadera. Quien va detrás de Él, llegará a buen puerto.

2. Mejor acudir al maestro que al discípulo que todavía está en época de aprendizaje. 3. Hay que tener los ojos claros para distinguir una viga de una paja. Solo después podemos sacar la paja al otro. 

Alguien dijo: “Fácil es hablar sin penar, difícil es pensar ante de hablar. Fácil es criticar a otros, difícil es mejorar uno mismo. Fácil es juzgar errores ajenos, difícil es, reconocer los nuestros. Fácil es llorar por lo perdido, difícil es cuidar, para no perderlo”.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿FELICES LOS POBRES QUE LLORAN…?

                                   radioesmweb Twitterren: "Evangelio según San Lucas 6,20-26. Jesús, fijando  la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el  Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen

Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: ¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices los que tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices los que lloran, porque reirán! (Lc 6,20ss)

 ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan e insulten a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo.

 “Dichosos los que lloran, porque serán consolados” Con estas palabras Jesús nos enseña que por la desolación llega el consuelo; perdiendo la vida se la gana... (Mt 16, 24ss)

Si queremos dominar nuestros males, miremos nuestro interior. Quien se examina, se descubre “hijo pródigo”, y llora recordando a su papá y su casa. Arrepentido llora sus maldades: odios, prepotencia, mentiras y tantos pecados más (Lc 15,17) 

Entonces se entiende qué significa: “Dichosos los que lloran”, no por llorar, sino porque las lágrimas son su consuelo que lo lleva a pedir perdón y ser perdonado, y luego, dichoso.

Cuando Jesús enseñó las bienaventuranzas, firmó su propia sentencia de muerte: es que, no se puede predicarse algo tan contrario al gusto del mundo sin que el mundano acabe vengándose. Porque decir las cosas que dijo, es el mejor modo de ganarse enemigos...

Porque, cae mal decir: ¡ay de ustedes ricos; ¡ay de ustedes que ríen, porque llorarán de pena; ¡ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!

Pobres son los que no idolatran la riqueza; los que no confían en el dinero…sino solo en Dios; los disponibles a caminar con rectitud, los que no están atados a bienes materiales…dice Carlos Díaz. 

Pobres son los que optaron por no encadenarse a sus ambiciones y orgullos. Esta pobreza libre es liberación. La pobreza forzosa es carencia. Jesús no pide renuncia a la riqueza por la riqueza.

Cristo pide plenitud de Dios y renuncia a esa la riqueza que aleja de Dios, a la riqueza por la riqueza. Me apresuro a decir que hay gente rica con solidario corazón que ayuda al necesitado. ¡Me consta!

Las riquezas, en clave cristiana son bienes para hacer el bien: mantener la familia, avanzar los pueblos, salir de la miseria en la que se vive. Todo está en el buen uso que demos a los bienes. 

Buena es la riqueza en la que no hay pecado; mala la pobreza fruto del orgullo (Eclo 13, 24) 

No pequemos condenando al rico, no todos son ricos malos...aunque pocos, ¡también hay buenos!

martes, 8 de septiembre de 2020

¿SIRVE EL CÓDIGO DE ÉTICA?

                                       ÉTICA EN LA EMPRESA PÚBLICA Y PRIVADA – Empresas Privadas y Públicas

No es necesario vastos conocimientos para concluir que la tan cacareada palabra “ética” –en lo personal y profesional- está envilecida, aquí allá.

Creo que todas las instituciones públicas y privadas cuentan con manual o código de ética. Cabe suponer que estos códigos impidan que deshonestos empleados, dañen a quienes dicen servir.

Curiosamente, la señora corrupción crece y se posiciona como un cliché en casi todos los entes públicos, por lo que se afirma que hoy, la corrupción hizo “metástasis” en todo el planeta.

Si la causa de tantos saqueos y crímenes del mbareté-pokaré, es la corrupción…si política y vida pública es nido de insaciables “tiburones con dientes largos y afilados” ¿sirven los códigos de ética?

La corrupción es como un “modo”, igual al “modo” Covid-19, que “vino para quedarse”, siendo ya una fea marca en la mayoría de los países del mundo, tanto en el sector privado, como en el público.  

En este pandémico pandemóniun mundialcrecen denuncias de robos en compras de equipos de UCI, ventiladores, mascarillas, hospitales de campaña construidos con sobreprecio, o nunca construidos...etc.

Pero, hay quien dice: la corrupción es como “segunda piel”, desde el mal iniciado en aquel “fatal error gastronómico ocurrido en el paraíso” (cuando Eva comió la manzana prohibida).

Así, cualquiera sea el sistema político, el mal seguirá nomás luego sin frenos ni muros.

La historia muestra que la corrupción es propio del ser humano, no tiene fronteras y no distingue épocas, ataca a todos los sistemas políticos. Luego, alguien peca por a paga y otro paga por pecar, dirá sor Juana Inés de la Cruz.

La Profesora Susan Rose–Ackerman dice: “Como cualquier intercambio, la corrupción requiere de dos actores: un comprador y un vendedor. El comprador del sector privado soborna al vendedor del sector público para obtener algo” (...)

Corrupción es: abuso de poder, malversación, engaño, perversión de la justicia, fraude electoral, evasión de impuestos, tráfico de influencias, regalos, bienes en especie, o favores sexuales, etc.

Otras conductas antiéticas: Manipular la opinión pública. Atemorizar a la población. Ocultar cosas perjudiciales para la sociedad. Priorizar al partido en perjuicio del bien común ¿Y el código de ética?

¿Dónde están los engreídos jejapó” y su “currículo-ridiculismo-académico”, al exhibir carretilladas de cartones: doctorados, congresos, certificados?. Con toda razón dice Isabel Iglesias: 

Ser un profesional con ética profesional hoy no está de moda”, y agrega:

“El riesgo de dejar tu ética profesional a la entrada de la oficina es que una vez hecho, lo repetirás; el riesgo de convertirte en un profesional sin alma (malevo) es muy elevado. 

Así las cosas, en una institución donde reina vigorosa la señora corrupción, el tan cacareado código de ética es tan útil como "muleta de cera en el asfalto caliente".

lunes, 7 de septiembre de 2020

TIPOS DE IDIOTAS

                                                  Idiotas | Frases motivadoras, Frases inspiradoras, No te entiendo 

 "La vida es demasiado corta para tener que hacer frente a un “bobo": Cuatro perfiles más comunes y algunos consejos para evitarlos. Este tipo de gente amarga la vida. ¿Conoces a alguno? Es más, ¿te reconoces a ti mismo? (Alba Ramos Sanz)

Tontos, estúpidos, idiotas, majaderos... Son algunos de los sinónimos que encontramos en los diccionarios de lengua española para denominar a este tipo de gente. 

Son los adjetivos más usados cuando señalamos a gente engreída (rekakahyí-jejapó), ególatras y con conductas sociales (aunque la mayoría de ellos lo ignoren) que suelen destacar negativamente. 

También conocidos como imbéciles, la doctora Martina M. Cartwright se ha preguntado cómo podemos manejar a estas personas “crónicamente egoístas y desconsideradas” que con sus comportamientos “hacen miserables la vida de los que les rodean”.  

Imponen su criterio, desprecian opiniones ajenas y en general, son intolerantes con cualquier actitud o pensamiento que no encaje con el suyo. ¡Molestan a los demás!.

Cartwright aconseja cuidarse de esa gente, y señala, cuatro tipos de conducta para identificarlos y apartarlos de nuestro entorno: “la vida es demasiado corta para tener que hacer frente a un idiota”:

1. Egoístas crónicos: los reyes del yomismismo. “Todos somos egoístas en momentos”, reconoce Martina, “pero este tipo de gente lo es permanentemente”. Narcisistas de pura cepa, son desconsiderados con los sentimientos de los demás y muestran poca empatía.

Llevan a rajatabla el yo, mí, me, conmigo. Sólo se preocupan por ellos y sus deseos. Son Mentirosos y falsos”. A nivel profesional se caracterizan por ser trepas: “Con los jefes se llevan bien. No les importa que despidan a otros compañeros con el fin de ascender”.  

Les gusta llevar razón. Tratan de cambiar a los que les rodean para que se adapten a sus conductas y opiniones. No demuestran ningún interés por cambiar su egoísmo.

 2. Son protagonistas obsesionados por ser el centro de atención. Eran los matones del colegio”, que con el paso de los años, en lugar de abandonar sus conductas de acoso, las transforman.

 Culpan a los demás si algo no sale como ellos quieren gracias a su carácter intimidante.

Su modus operandi: hablar mal de otros para sobresalir. Esta especie tratará de dejarte a la altura del betún elogiando su trabajo –y comentar con todos– que tu trabajo es peor.  

 3. Son cobardes que andan “dando pena”. Hacen el papel de “aichejáranga”, para ganarse la atención de los demás y conseguir que miren y defiendan sus intereses por encima de los otros.

“Mucha gente las ven como buenas, pero en secreto son tiranos, narcisistas, egoístas que engañan a la mayoría de las personas”. Mentirosos crónicos, saben cómo sacar el mejor partido a su personaje:

Repiten como loros palabras que la gente quiere escuchar como lo importante que es la integridad, la honestidad, etc., pero probablemente son la gente menos honesta que conocerás”.

4. Vagos y maleantes, son incompetentes. Les consume la pereza y endosan el trabajo a los demás. Como ellos no saben hacerlo o lo hacen mal, se libran de cualquier responsabilidad, explica Cartwright.

Retomando la comparativa escolar, serían aquellas personas que en los trabajos en grupo no aportaban nada o lo que hacían lo hacían mal. Al final conseguían que otros terminen haciendo su parte porque perdían más tiempo corrigiendo su trabajo.

 Cualquier parecido con nuestra realidad…será mera coincidencia. 

jueves, 3 de septiembre de 2020

¿HONESTO o VYRO?

                                        LA HONESTIDAD

La honestidad es un don de calidad humana y consiste en comportarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia. 

Las Escrituras condenan con claridad el robo. El octavo mandamiento del Decálogo dice: “No robar”. (Éxodo 20:15.) Aun así no faltan quienes tienden a justificar el robo si el móvil del ladrón es la miseria.

Hoy, se perdió eso que nuestros abuelos llamaban dar la palabra, no tomar lo que no es tuyo, devolver objetos encontrados (estos tienen dueño) porque es lo correcto, sin afirmar: ¡qué suerte la mía…Dios está conmigo! y demás etcéteras, “tan ñane mba é”

Dirá Sócrates algo así: “Un individuo honesto es el que actúa y habla de conformidad con lo que considera correcto, pero no hace de tales actuaciones un teatro para ser reconocido por los otros”.

Nada justifica un asesinato, ni el peor de los enojos, ni la peor de las pobrezas, ni las crisis, ni los desastres económicos de un gobierno pésimo.

Hoy, parece que el ser pobre habilita a algunos a robar, a matar, ir a romper a una plaza, o atacar y saquear farmacias, estaciones de servicio o residencias particulares. En nombre de la pobreza se puede cortar una calle, dañar un edificio o agredir a un tercero.

El mundo entero está atravesando momentos difíciles. Por la crisis, empeñan sus autos hasta por g. 3.000.000, dijo Basilio Mendoza, de “Autoempeño”, de San Lorenzo. Los  empeños de autos, normalmente se pagan…no son menos de G.10.000.000.

Lo que más empeñan en la cuarentena: Televisores. Equipos de sonido. Heladeras.  Bicicletas de niños. Celulares. Motocicletas. Cadenas, pulseras y hasta dientes de oro.

 Algunos dueños de casas de empeño dijeron que algunas mujeres les hacen hasta propuestas sexuales como “método de pago” para retirar sus cosas empeñadas antes de que las revendan.

Pero, no existe el mal absoluto, dice el adagio. Prueba de ello, algunos ejemplos:

 1. Santiago Caballero, de Ayolas, comentó como fue que encontró G 57 millones dentro de una cartuchera, extraviado de una familia que invertiría en Asunción, y el momento en que devolvió el dinero (UH 22.02.19)

2. Joven se volvió viral en redes por su honestidad. Samuel Barboza (24), de Lambaré, fue muy aplaudido en las redes sociales luego de buscar al dueño de la billetera con un millón de gs, que había encontrado en la calle. (Extra 02.09.)

Dormir con la conciencia, no solo tranquila, sino limpia es el gran premio. La paz y la calma son señas de identidad de los honestos, que muchos potentados no lo consiguen.

 Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado”. (Filipenses 4:8)

martes, 1 de septiembre de 2020

HOY...¿VALE LA PALABRA DADA?

                                   El valor de la palabra: La lealtad | Diario de Cultura

Quienes vivimos una “adolescencia dilatada”, añoramos tiempos en los que los pactos se cerraban con un po jopy” (apretón de manos) y lo prometido se cumplía. El valor de la palabra era igual que el de un acuerdo ante un escribano. 

Hoy, valores de lealtad, coherencia, confianza son cosas de ingenuos “vyros”. Estos valores están con presunción de defunción. Ya lo dice el refrán “las palabras se las lleva el viento”. 

Ver gente que piensa, es tan raro como ver volar elefantes, decía irritado aquel profesor.

Sospecha, recelo y el "letradito-pokaré", ganan la pelea a la confianza y a la buena fe.

Hoy, para no pocos, recurrir a la “justicia”, no solo es poco edificante, sino, harto frustrante.

No pocos “monos con pantalones”, por decir lo menos, consideran trivial “vyroreí”, llegar siempre tarde a reuniones o citas marcadas. Lo mismo sucede con profesionales que nunca respetan la hora convenida con sus pacientes o clientes.

Llegar o atender tarde a las citas, también es un hábito que muestra nulo valor que se otorga a la palabra empeñada. Es signo de prepotencia y falta de respeto hacia el otro. De suyo, no pocos “profesionales” impuntuales, llevan nota cero absoluto. 

Caradura como son, “justificarán” acusando al tránsito, al quirófano, al clima, etc., sin sonrojarse ni michí mí…¿costumbre?. Respetar la palabra dada es respetarse a uno  mismo, es descubrir nuestro grado de integridad, es mostrar que el prójimo nos importa. ¡Se da por hecho que hay excepciones!.

¿Por qué no empezamos a recuperar valores perdidos? Podríamos empezar por casa, con  nosotros mismos. Luego, premiando a los hijos que cumplen su palabra y hacen lo que dicen, porque papá y mamá damos ejemplos.

Quien incumple con su palabra, miente, el mentiroso manipula el asunto para tener razón. Su conciencia averiada le “hace ver” que otro es el que falla. ¡Qué lindo es oír que alguien hace todo lo posible por cumplir lo que se comprometió hacer!.

Cuando nos justificamos, somos injustos al mentir: el primer fruto es la rotura. Ampliar la mentira es injusticia. Mentir esclaviza, porque quien miente una vez, se ve obligado a mentir dos veces para intentar encubrir la primera, y así sucesivamente.  

La mentira consiste en decir que lo que no es, es, y que lo que es, no es; elevar el no principio a principio para no empezar por el principio. Por eso quien, miente, rompe la realidad y se rompe a sí mismo, se autofractura. (Carlos Díaz, el hombre animal no fijado p. 151).