El terrícola “progre!
se ufana por el milagro de transitar y conocer todo cuanto ocurre alrededor del
mundo en tiempo real. Distancia y tiempo han sido
superados por la tecno-ciencia.
Sin embargo,
dirá con toda razón Catalina Aparicio V. doctora en filosofía: En la era de la comunicación, los seres humanos nos constituimos
islas con escasas ocasiones de convertirnos siquiera en penínsulas. ¿Cuál es el
contrasentido?
Curiosamente, la causa es el uso desmedido, excesivo y fenomenal, de su majestad la “tecnología comunicacional” conjunto de herramientas para comunicarnos más y mejor.
Curiosamente, la causa es el uso desmedido, excesivo y fenomenal, de su majestad la “tecnología comunicacional” conjunto de herramientas para comunicarnos más y mejor.
Nos jactamos de conversar
con Julito
que vive en Suecia y con Rociíto que estudia en Siberia.
Intercambiamos experiencias y la pasamos regio. Nos enteramos con detallado lujo
de chismes de todos los mundos posibles.
Constatamos
satisfechos los avances históricos en este ámbito, y las posibilidades que nos
ofrecen la tecnología (Internet, telefonía móvil con acceso a Internet, correo
electrónico, páginas web, videoconferencias, etc.)
Los yby póra
-en las grandes ciudades- viven enchufados a sus Smartphone de manera inalterable.
Se ve en todo el mundo gente como delirante gesticulando, andando de aquí para
allá (como sandía en carro) con el aparato en la oreja.
Por su parte, Cristina Ruiz dice: En ocasiones la
comunicación masiva que nos ha traído Internet nos puede llevar a la
incomunicación. ¿Qué ocurre cuando en una reunión social de la
vida real comienzan a sonar los móviles avisando de nuevos whatsapps? Y aún más, ¿qué ocurre cuando el
intercambio de chistes, comentarios o conversaciones se realiza a través de una
pantalla en lugar de hacerlo directamente por medio del diálogo?
Lo cierto es que, aunque no seamos muy
conscientes, nos enfrentamos a un cambio de era, en una verdadera revolución
comunicacional marcada por la telemática, la robótica y las autopistas de la
comunicación, la era de la cibercultura.
La
cibercultura está cambiando desde hace tiempo las relaciones sociales,
costumbres, actitudes, valores, y creencias... Por eso es más que una crisis:
estamos ante un cambio de ser y actuar. Vamos velozmente hacia ningún lado.
Olvidamos elementos básicos de comunicación: Emisor: Aquel que envía información (individuo, grupo o una máquina). Medio: Canal por el cual se envía mensaje. Receptor: Quien recibe la información y Retroalimentación (acción de retorno), cierra el diálogo.
Así el emisor
evita el “debería” saber luego. “Yo creí que”….entre otras excusas
que malogran la comunicación eficiente y eficaz. Así no seremos parte en esta era de la comunicación en
la cual vivimos mal comunicados…es lo mismo que ¡¡¡incomunicados!!!