sábado, 31 de marzo de 2018

SINDROME DE “TODOPODEROSO”

¿ÑAÑA, TAVY, MBARETE?
¡¡Advertencia!!..Comentario no apto para delicaditos, pichaditos…

Resultado de imagen para ordenando a empleados
Preguntaba uno en rueda de tereré: ¿No ven pio que de un tiempo a esta parte, van surgiendo más y más infectados por el síndrome de hubris? Alguien preguntó: ¿mba´é pio upea?... el mba´asy del mbarete, chamigo, respondió el aludido.

El doctor Elmer Huerta afirma que el Síndrome de Hubris, hace que un ser humano se sienta tan todopoderoso que cree estar por encima de todo y de todos.

En mayo del 2008, el político y médico británico Lord David Owen, publicó un interesante libro titulado “En el poder y en la enfermedad: enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno en los últimos cien años”.

Pero, la estupidez del delirio de grandeza no es solo mal de jefes de Estado. Megalomanía y delirios de grandeza, jugando a ser Dios es un mal cuyos síntomas afectan y desesperan a cientos de terrícolas de nuestra sociedad "progresista".

Los entendidos dicen que la palabra megalomanía viene de la unión de dos palabras griegas: megas, que significa "grande", y manía cuyo significado es "obsesión". Así las cosas, megalomanía es la obsesión por lo grande, suntuoso, ostentoso, opulento, lujoso.

En nuestro entorno también vemos personas megalómanas: ¿no se conoce acaso a alguien que por su modo de ser, de vivir a lo grande, da la sensación que se va tragar el mundo y por lo tanto, habla y actúa con prepotencia como si fuera gerente general del universo?

¿No se conoce acaso a personas mbarete-orgullosas, ombligocéntricas, que atropellan derechos de otros por creerse capaces de todo y por encima de todos? Tiene razón quien hacía la pregunta al inicio de este comentario. Nuestras comunidades están pariendo peligrosamente esta fauna.     

A juzgar por lo que experimentamos día tras día, aquí y allá, cualquier delincuente, ignorante y prepotente se erige como nuevo pretor de esta enfermiza y postrada sociedad. Lo grave es que los buenitos que sufren de “buenismo”, están siendo avasallados por esta especie de tumor social maligno que va degenerando la sana convivencia humana.

¿Cómo son las personas megalomaníacas? El psicólogo Arturo Torres, responde: “Las personas con un patrón de comportamiento claramente asociado a la megalomanía pueden ser de muchos tipos, pero evidentemente presentan algunas características comunes.

Se comportan como si tuvieran un poder prácticamente ilimitado, lo cual las puede llevar a meterse en problemas serios por motivos obvios. Aprovechan esta supuesta omnipotencia, en el sentido de que les gusta poner a prueba sus capacidades, haciendo ridícula ostentación de sus bienes.

No aprenden de sus errores y la experiencia no hace que corrijan los comportamientos asociados a los delirios de grandeza. Parecen estar fingiendo constantemente para dar una imagen idealizada de sí mismos. La mayoría de esta especie evita saludar a quienes consideran de menor rango económico-social.

Se fijan mucho en el modo en el que los demás reaccionan ante lo que hacen o dicen, aunque si los otros los rechazan por sus comportamientos, las personas con un grado extremo de megalomanía tenderán a pensar que el problema es de los demás”.

Nota: Hay personas que simplemente tienen una autoestima y un optimismo muy superior a la media, y no hay nada malo en ello. Por lo tanto, están excluidas de este comentario.

Conclusión: El síndrome de hubri, enfermedad o embriaguez por el poder se trata de problemas de conductas y actitudes que padecen personas con un alto cargo de poder en dependencias del Estado.

Pero también, la padece cualquier ignorante con o sin dinero, es decir, la enfermedad puede infectar a cualquier “mono con pantalones”, recién bajado del árbol. (Pido disculpas a los primates…porque ellos no se comportarían como muchos terrícolas, hoy).

A propósito de monos: “Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos” (Friederich Nietzsche)

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