domingo, 25 de marzo de 2018

¿QUIÉNES SON RESPONSABLES DE ESA

JUVENTUD MORALMENTE ENFERMA?


Imagen relacionada
Paraguay se ha convertido en el país de farras, del que como alguien dijo: “A mí la diversión vulgar y chabacana me deprime”. Un ambiente feo que provoca crisis y depresión, no solo económica, sino además, irrespetuosa, ignorante y prepotente. El país está viviendo una sociedad libertina sin frenos ni barreras.

Al parecer, los mayores – padres, docentes y autoridades en general –, hemos dado a los jóvenes carta blanca para zambullirse en aguas del “pecado, vicio y perversión”, es decir, les estamos invitando, por acción directa o por omisión, a vivir una sociedad sodomítica-gorromina. En el artículo anterior, nos referíamos a padres permisivos.

Los mayores asistimos a una verdadera degradación moral de la juventud, evidenciada en desaforado consumo de drogas, alcohol y desenfrenada delincuencia, según nos reportan diariamente los medios masivos de información.

Nadie ignora que conductas patológicas como prostitución juvenil, embarazos de niñas y adolescentes, entre otras bajezas del lenguaje procaz de chicas como nunca antes visto ni escuchado. La oferta de sexo y consumo sustancias que “divierten” a menores parece no incomodar a padres ni a autoridades.

Al parecer se impone aquello de ¡Demos libertad a los jóvenes…ya no más opresión…ya no más ataque a la libertad! ¡No le hagan caso, ellos ko son jóvenes! Así se practica un hedonismo trivial y un erotismo, estimulado muchas veces, por los mismos padres.

¿Qué ha pasado con la decencia, el respeto a los demás? Se han invertido los valores. Los vicios, prostitución, mbareté y perversión son actuales “valores y carta de presentación” de muchos jóvenes con guiño cómplice de los adultos, cuando no, de sus propios padres.

Naturalmente, hay grados, aunque el nivel de degradación es hoy elevadísimo, como nunca ha ocurrido en épocas anteriores, también decadencia, no toda la sociedad o toda la juventud está podrida es decir, enferma.

La educación tiene que empezar en casa”. No es correcto dejar en manos del Estado o de otras instituciones la formación de la con ciencia moral de los hijos. Por otra parte, a nivel de las autoridades no se hace mucho por revertir este caos establecido. Cualquiera se siente impune cometiendo todo tipo de desmanes… porque sabe que nada pasará.

De lo dicho se sigue que el otro problema es la falta de referentes en nuestra sociedad. Parece que los “buenos y decentes”, no se animan a llamar a la corrección fraterna cuando ven que alguien comete algún desmán. Mira para otro lado o hace como que no escucha nada.

¿Alguna autoridad -en la calle- solicita al “mono con pantalones” que conduce su vehículo produciendo polución sonora, bajar el volumen de su molesto ruido? ¿Se ve a la policía hacer lo mismo, como una tarea educativa? En general NO.

Conclusión: Dice el arzobispo Ricardo Tobón Restrepo: “Podríamos decir que una de las crisis del mundo de hoy no es tanto la económica o las problemáticas sociales que vivimos sino una crisis ética. El mundo de hoy tiene dificultades para encontrar el comportamiento justo. Son periodos interesantes pero complejos donde el hombre tiene que reacomodarse.

Y allí, en esos periodos, la parte ética sufre terriblemente. Por se puede aseverar que realmente tenemos graves problemas éticos en el mundo y en nuestra sociedad.

Cuando vemos la situación de la familia, la situación laboral y social nos damos cuenta que nos están faltando valores, que tenemos dificultad para renunciar al egoísmo y para convivir en armonía y respeto, es decir, para encontrarnos y caminar juntos.

Es notoria la ausencia de convicciones y valores que nos guíen. En algunos aspectos, se diría que estamos en una sociedad “moralmente enferma".

Que en este tiempo de reflexión nos ayude a tomar conciencia de nuestras debilidades y que con el Paso (Pascua) de la muerte cívica a la vida decente, sirva para redimirnos de  nuestras humanas miserias.  
                ¡Feliz Pascuas de Resurrección!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario