jueves, 5 de septiembre de 2024

SER SANTO HOY… ¿Es posible?

El Papa Francisco dice que, hoy también, todos los cristianos están llamados a ser santos. Se refiere a la santidad ordinaria –a la santidad que llama de la “puerta de al lado”– para mostrar que no es un objetivo inalcanzable o exclusivo de algunos. (Aciprensa)

Con la ayuda de la gracia, todo cristiano puede vivir con amor y ofrecer “el propio testimonio en las tareas de cada día, allí donde cada uno se encuentra”, como se lee en el primer capítulo del documento.

Son santos los padres que, con esfuerzo, crían a sus hijos; aquellos que afrontan la enfermedad o el sufrimiento con espíritu cristiano; quienes se compadecen del pobre y del necesitado; los que superan la tentación de la murmuración…

A lo largo de toda la exhortación apostólica, el Papa ofrece ejemplos cotidianos y sencillos que muestran las oportunidades que el día a día ofrece para identificarse con Cristo y “construir, con él, ese reino de amor, justicia y paz para todos”.

Los enemigos de la santidad. En el documento Gaudete et exsultate denuncia dos “falsificaciones de la santidad”: el gnosticismo y el pelagianismo, tendencias que, cada una a su modo, esclerotizan el dinamismo de la vida cristiana, lo encorsetan y olvida lo esencial.

“Solamente a partir del don de Dios, libre y humildemente recibido, podemos cooperar con nuestros esfuerzos para dejarnos transformar más y más”. Lo testimonia la vida de los santos. Es más: precisamente nuestra falta de confianza en la gracia es lo que “impide que Dios actúe en nosotros”.

Ese falso camino de santidad se traduce en “una autocomplacencia egocéntrica” que somete la vida de la gracia a las “estructuras humanas” y así fosiliza los impulsos del Espíritu y empobrece la fe y la vida cristiana.

Pero ¿cómo alcanzar la santidad? La clave está en las bienaventuranzas: “En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas”. Nos anima a vivirlas con plenitud, pues  “santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias, a ser testigos de Cristo”.

Testigo es el que testifica, el que da fe de algo o de alguien; es afirmar la veracidad y la rectitud de algo o de alguien, comprometer la propia palabra y la vida por defender a esa persona o a esa posición. Todos debemos ser testigos de la verdad y del bien; en todas partes debemos dar testimonio de la verdad y del bien.

Siendo testigos, estamos dispuestos a dar la cara por la verdad; aunque ello suponga incomodidades, pérdida de ciertas conveniencias, ya que por encima de todo eso, debemos ser testigos de la verdad y del bien.  Cristo es la Verdad y el Bien. ¡Ser santos hoy, es posible, aunque no es fácil! Un ejemplo:

Carlo Acutis, de 15 años y aficionado programador de informática, documentaba milagros y apariciones marianas aprobadas en todo el mundo, y subía toda esa información en un sitio web que creó antes de  morir por leucemia, demuestra que ser santo hoy, es posible” ¡Ta upéicha!

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