LIBRE ES: ¡Quien obra responsablemente!

 
¡Todos decimos ser libres! ¿Lo somos? Decía aquel maestro: “La libertad es una realidad tensional”. La tensión radica en “el tener libertad” y “el ser libre”. Naturalmente, es más importante el ser que el tener. 

La libertad es un modo de ser: Político, religioso, intelectual, moral, etc. Estas libertades, no nos da la nación, la constitución o un gobernante. ¡Nacemos libres! Pero, la libertad no es ilimitada, porque son limitadas por las “fronteras” de la libertad del “otro”.

Luego, hay tensión entre libertad “de” y libertad “para”. En esta marcha nos liberamos “de” ataduras: ignorancia, enfermedades, vicios, pecados, que nos impiden ser libres “para” realizarnos plenamente. 

La libertad, como poder de escoger, no tiene su razón de ser en sí misma. No es un valor absoluto. Hace falta saber el para qué; su finalidad, su sentido. Por ello, el autodominio y disciplina dan una intensa sensación de libertad. 

Solo el hombre tiene libertad. Puede volverse sobre sí mismo o auto poseerse. Es la que le permite salirse de sí mismo, donarse al otro. Esto implica autodominio y responsabilidad. Porque, nadie es libre si no posee autodominio. 

La verdadera libertad es: hacer lo que se debe y no lo que se quiere, reza el adagio. De ahí la paradoja de la libertad, porque siendo un “don” hay que conquistarla diariamente, pues perderla, es extremadamente fácil.

Elementos integrantes de la responsabilidad son: Elemento pático: Hace al sentimiento y a la conducta moral (modo de encontrarnos) La conducta humana tiene una resonancia afectiva. Los sentimientos “empapan” toda la acción del hombre. 

Factores del campo afectivo: emociones, pasiones, sentimientos. El talante, estado de ánimo, es el modo de vivir la realidad. Se relaciona con los sentimientos permanentes y de moderada intensidad.  Dicen que somos 85% afectividad y, 15% inteligencia.                                                                       

Las pasiones son estados efectivos de gran intensidad y cierta duración (emoción fuerte y continua que domina la razón y la conducta; pueden causar angustias. Las emociones, son estados que mutan bruscas y momentáneamente, el equilibrio psicofísico del individuo. 

*Elemento cognoscitivo: (mente). Nos referimos a la intervención de la razón en el acto humano responsable. En este tipo de actos se necesita conocimientos para que el obrar humano esté controlado, y por consiguiente, responsable. 

Es el conocimiento de valores morales. Luego, urge “saber" para actuar” correctamente. El hombre no actúa como las bestias, obra por medio de opciones inteligentes, y autoposeídas. ¿No somos “imagen y semejanza” de Dios? 

*Elemento volitivo: (voluntad) En el actuar responsable debe darse la actividad volitiva, la que da unidad y sentido a los otros elementos. Ordena el acto humano responsable. 

Esta actividad es condicionada por la percepción, sentimientos, emociones e intelecto. Por eso, el acto volitivo debe estar supeditado al juicio de la razón. Sólo las bestias se mueven por instintos, ya que están condicionadas por puro acto biológico. 

“No controlamos el tiempo atmosférico, el tráfico o el humor ajeno, pero sí, podemos y debemos controlar nuestras actitudes hacia esos hechos”. 

*Elemento ejecutivo: Toda conducta tiende a “hacer”. Todo “saber” produce “apetito” y este, provoca una conducta. A esta conducta llaman acción. Así, urge: a) Cultivar la mente, b) Fortalecer la voluntad, c) Para disciplinar la conducta. 

¡Quien usa este trípode no busca ser superior a otros, sino ser superior a su propio YO!