viernes, 14 de junio de 2019

A AUTORIDAD DÉBIL…

¡VIRTUD DE LA FORTALEZA!
Pese a Faraónicas dietas que perciben las autoridades de nuestro país, ciudades y pueblos muestran un aspecto lamentable.

Calles destrozadas, aguas servidas, patios baldíos sucios, polución sonora, veredas ocupadas por prepotentes, cuando no, convertidos en vertederos de basura clandestinos, plazas abandonadas, etc, son reflejo de la debilidad de las autoridades.

¡Cualquiera hace lo que quiere, violando normas y derechos de terceros y no pasa nada! Cualquiera puede arrojar cloaca a la calle…y no pasa nada.

Puede conducir una moto sin casco, con tres o cuatro ocupantes, ante la mirada del juez, policía, militar, intendente, gobernador o ministro…y no pasa nada.

Puede atropellar derechos de enfermos frente a un hospital; a estudiantes frente a una institución educativa (escuela, colegio, universidad), frente a un templo o a vecinos con polución sonora…y no pasa nada. ¿Qué de las autoridades…dónde están?

Muchas autoridades dicen que la inseguridad disminuye; que la gente va recuperando la confianza en ellas, que bajó el índice de la pobreza…bla…bla…ciertamente, nadie les cree. Lo que crece es la desconfianza ciudadana hacia ellas.

Toda autoridad debe poseer virtudes, entre ellas, la fortaleza. Ser fuerte o valiente no es lo mismo que no tener miedo. San Ambrosio en su libro sobre los oficios dice: «la fortaleza sin justicia es palanca del mal» (cf. Las Virtudes - Josef Pieper p.196)

Temor y amor se condicionan mutuamente: cuando nada se ama, nada se teme; y si se trastorna el orden del amor, se pervierte a sí mismo el temor. Ejemplo, el hombre que perdió la voluntad de vivir ya no tiene miedo de morir.

En un cierto sentido, la fortaleza supone el miedo del hombre a hacer el mal; porque lo que mejor lo caracteriza,, no es el no conocer el miedo, sino el no dejar que el miedo le fuerce al mal o le impida realizar el bien. (198)

¿Tiene miedo la autoridad para multar al infractor? ¿Puede más que la autoridad, el delincuente que arroja impunemente y a la luz del día su cloaca a la calle; quien ocupa la vereda con matonil prepotencia, en perjuicio del peatón entre otras arbitrariedades tan comunes en nuestra fauna social?  

¿Qué pasa con el discurso político de entregar tiempo, esfuerzo y parte de la propia vida en justa defensa de la comunidad, si le falta coraje para multar infracciones menores como las mencionadas? ¡Es difícil hacer lo que se debe cuando falta la virtud moral de la fortaleza!

Fortaleza no significa ausencia de temor. Valiente es el que no deja que el miedo a los delincuentes le haga abandonar los compromisos asumidos públicamente. Ninguna autoridad fue obligada a punta de pistola, a ocupar este o a aquel cargo.

El temor real debe constituir en incumplir su promesa, es decir, en ser un delincuente más, al robar la esperanzas de la gente. “El que teme a Dios ante nada tiembla” (Eccli, 34). De lo contrario, la fortaleza delincuencial gana por goleada a la débil autoridad.

Dice Marlis González Torres Psicóloga y Sexóloga 05/02/14.“Señalaré algunas de las características que, a mi juicio, resultan necesarias en un líder político para que resulte atractivo a la población….

Proximidad y cercanía al ciudadano. Esto será una garantía para ser visto como alguien que es capaz de entender qué necesita el electorado…Confianza. Conformada por tres elementos fundamentales:

Competencia: preparación necesaria para acometer la tarea que le espera. Sinceridad: que las cosas son tal como las explica. Credibilidad: haber desarrollado en el pasado actitudes y comportamientos al solucionar situaciones que hagan predecible la forma en que actuará ante los retos y problemas que ahora y en el futuro se le presentarán.¡Que así sea!


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