viernes, 21 de junio de 2019

TOLERANCIA ES...

Resultado de imagen para toleranciaNO CREERSE SUPERIOR AL OTRO
Solemos decir o escuchar: “Ni los dedos de las manos son iguales” Pero, saber que tal dicho es verdad, no garantiza que en la práctica aceptemos las diferencias del modo de pensar, hablar o accionar del otro.

Dicen los expertos que aceptar al semejante es un modo para crecer como personas y fomentar una cultura de paz y respeto a nuestro alrededor.

Tenemos distintas creencias, ideas, gustos y maneras de conducirnos en la vida. Somos diferentes en lo físico, en lo moral, en inteligencia, en lo social, económico, credo, profesiones, y además, diferentes historias de vida.

Los humanos estamos llamados a vivir en sociedad y dadas nuestras diferencias, debe unirnos: el respeto y la comprensión por las diferencias del otro. Esto supone un titánico desafío que consiste en tener la suficiente valentía de aceptar al otro.

¿Por qué valentía? Porque hace falta valentía y honestidad para reconocer que puedo ser igual o peor, que el semejante, y no rechazarlo.

No es necesario  harto conocimiento para concluir que muchos problemas son originados por pueriles disputas sin ninguna trascendencia. ¿Qué decir de un estúpido  vyroreí”, como el resultado de un partido de fútbol, suponga matar al otro?

¡Estoy en desacuerdo con el mal!, vociferó furioso el hombre ante una injusticia sufrida por parte de la “justicia”. Y agregó, ¡y los LGBT…el IPS, y los ladrones del Estado…y por fin, acabó con una letanía de males que azotan al pueblo guaraní!...

Tratando de calmarlo…un compañero de trabajo lo toma afectuosamente del hombro y le dice bajito: “Tranqui anguirú…si vamos a castigar a los delincuentes al estilo Juana de Arco, quedaremos solamente setecientos mil…ya no seremos siete millones

A parecer, quedó algo sorprendido…tal vez, en su fuero interno, haya considerado que él, pudiera no ser parte de los setecientos mil sobrevivientes del eventual holocausto. Ya más calmado, tereré en manos se alejó

Cuando hablamos de tolerancia no estamos apoyando el mal. Quien comete un mal tiene que pagar. Responsabilidad es aceptar las consecuencias de los propios actos. Si toleramos el crimen, somos cómplices. Tolerar NO significa dejar impune un mal.

Si aceptamos que somos diferentes y creemos poseer la capacidad de reencauzar la conducta del delincuente…hagámoslo. Si queremos ayudarlo, intentemos, quizá seamos el medio para su reinserción en su familia, en su trabajo, en la sociedad.

¿Cuántas veces hemos sido lapidarios con el otro, sólo por el hecho de no acudir a la farra” o abandonar más temprano un encuentro social o familiar? ¿Cuántas veces hemos denigrado con el apelativo de inútil lorito oga?

Tenemos la oportunidad de ayudar a quienes nos rodean -parientes, amigos, compañeros de trabajo… - y tratar de tolerarlos.  

Es posible que un terrícola con excelente notas se haya graduado de “Gerente general del Universo”, pero, ¿cómo maneja su inteligencia emocional? D. Goleman, psicólogo de Harvard habla muy claro sobre la Inteligencia Emocional (CE).

¿Cuántas veces hemos calumniando al hermano por el solo hecho de no compartir nuestras ideas? Y de ¿cuántos otros pecados de pensamientos, obras y omisiones más hemos de arrepentirnos?

Si cayéramos en desgracia… ¿no querríamos acaso que sean tolerantes con nosotros?


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