martes, 11 de septiembre de 2018

INTELECTO Y VOLUNTAD DÉBIL:

      DESEO DESORDENADO y BESTIAL...

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Desear, anhelar, querer es normal y razonable en todo ser humano. Tanto es así, que la voluntad se mueve por el deseo, según la fórmula aristotélica. Pero, dirá Carlos Díaz: una cosa es el querer valioso y útil; otra cosa es el desear lo fácil, inconsistente e inútil.

Luego, es dable esperar que entre estos dos “yos” se entable de por vida un pleito. Un ejemplo de querer lo fácil, inútil e intrascendente, sin duda es el “bautismo estudiantil”, sean de nivel secundarios o, peor aún, terciarios, sinónimo de bestialidad irracional.

Ejemplo. Los “bautismos” de alumnos, son tomados como un ritual al que someten a los ingresantes, nuevos “bichos”, obligados a asistir ante el temor de que sufran algún tipo de bullying mientras estén en el colegio o en la facultad.

Es por ello que para unos es solo una fiesta de bienvenida, pero para otros es un evento denigrante y riesgoso, ya que bajo los efectos del alcohol, esta celebración se sale de control, inclusive dejando personas en coma. Deseo desordenado, voluntad débil.

Con razón Blanca Lila Gayoso, el 03.10.13 en “La falta de ética y moral en la educación” decía: “En las aulas es donde están los cambios porque allí se desarrollan los pensamientos y nacen las grandes ideas. La pedagogía es un arte y una ciencia.

Su esencia es enseñar lo bueno, lo justo y lo correcto. Debe enseñar a ser mejores personas. Esta responsabilidad es de los docentes, quienes deben poner en práctica la ética, la moral y el compromiso en sus vidas personales y laborales”.

Y la directora ejecutiva de Laspau (organización afiliada a la Universidad de Harvard, que ha beneficiado con becas a 17 mil estudiantes latinoamericanos), Angélica Natera sostuvo que el problema de la corrupción es una de las consecuencias de la educación universitaria, recibida por profesionales que participan en actos reprobables.

Las universidades están obligadas a formar profesionales con ética y si los estudiantes no pueden demostrar esta disciplina en sus estudios, no merecen convertirse en profesionales. (cfr. Profesionales corruptos, producto de mala educación universitaria (Tacna 14.03.17).

Con la crisis hoy es urgente replantear la pedagogía. La tan cacareada educación del siglo XXI (excelente en discursos y power point), requiere profundos cambios y una filosofía cuyo centro ha de ser la persona, su desarrollo intelectual y sobe todo, moral.

Hay mucho “profesor” y pocos maestros guías y modelos. La tarea de maestro no es fácil porque son sembradores de semillas de esperanza y responsables de transformar la nación. Nuestro país necesita una revolución personal y comunitaria, que consiste en apuntar el cañón hacia nuestra amoralidad o inmoralidad complaciente con el caos establecido, dirá E. Mounier.

Sólo con maestros se logran los cambios porque ellos desarrollan sanos pensamientos que hacen parir ideas de transformación moral. Ya no más “educación” codiciosa sin frenos ni barreras con el fin de ganar dinero rápido y sin escrúpulos.

Para quienes hemos sido escolarizados en décadas del 70-80, la palabra reivindicación estaba ausente del vocablo del discente. Por aquel tiempo, patotear en aula esperando al profesor, llegada tardía, entre otras, eran motivo de sanción por “faltar al orden”.

Hoy chicos con menos de 12 años, porfiados en la mal entendida democracia, desafían insolentemente a sus maestros luego de burlarse de sus propios padres. Hoy vemos salir llorando del aula a profesoras incapaces de hacer siquiera guardar silencio exigido a sus alumnos.

Esta “ruptura generacional” azota a todo el mundo… por tanto, no se escandalicen si contemplan a los bebés (maltratar) reprender severamente a sus niñeras blandiendo sus biberones a modo de arma amenazante o parapetándose tras las pilas de pañales, con el fin de reivindicar el derecho a la píldora anticonceptiva…dirá graciosamente C. Díaz.

Así las cosas, ¿por que escandalizarse hipócritamente ante una acción que viene repitiéndose desde hace años con el evento de ingreso o “bautismo universitario, donde, por ejemplo, un alumno ha sufrido paro cardiorrespiratorio y entró en coma? (F. de medicina UNA 2011 – un caso de entre tantos que se repiten anualmente aquí y allá)

Otras perlas de nuestra alicaída educación superior: “Espaldas marcadas por la saña, fue lo común en el tradicional y sangriento "bautismo". Como parte de bienvenida a la vida universitaria, los alumnos fueron sometidos a humillantes episodios. Todos cayeron en manos de peluqueros improvisados, que fueron las acciones mínimas sufridas por los nuevos alumnos.

Los que no permitían el corte de cabellera, debían abonar G. 500 mil. Además pasaron por los golpes de algún arreador o cinto que estuviera al alcance. Aproximadamente unos 150 ingresantes, entre ellos mujeres de las diversas carreras de la facultad fueron "bautizados" por estudiantes de los cursos superiores”.

Ante un reclamo justo ante tanta irracionalidad y barbarie, el imbécil, exhibiendo una sonrisita caballuna, como si el noble animal pudiera reírse dirá: ¡qué pio tanto, es una fiesta nomá ko olúo! recibiendo el apoyo de los demás “monos con pantalones recién bajados del árbol. (Al punto, pedimos disculpas a los simios)

La comunidad educativa es cómplice de este desorden establecido. Hace falta valentía para suspender esta brutalidad, es decir, para hacer el bien y evitar el mal. T. Bernardperiodista y abogado francés, decía:"Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres."

La UNI a través de un comunicado repudió y condenó los hechos vandálicos cometidos por estudiantes de la Facultad de Ingeniería. Según la resolución CSU 048/2013, los actos de bautismo se encuentran prohibidos en la UNI, dentro y fuera del recinto.

La falta de ética y moral en educación es un plaga terrible que los niveles superiores no se animan a enfrentar…moralmente, por ello, no pocos profesionales son tan fiables como muletas de plástico sobre caliente asfalto de verano.

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