sábado, 26 de octubre de 2024

¡EL DINERO NO ES TODO! Del maestro de coro-Salmo de los hijos de Coré.

 
Oigan bien esto, pueblos y habitantes de todo el mundo, lo mismo los ricos que los pobres, lo mismo los poderosos que los humildes. Voy a hablar con sabiduría y expresaré pensamientos profundos; pondré atención a los refranes, y diré mi secreto al son del arpa. 

¿Por qué voy a tener miedo cuando vengan días malos, cuando me rodea la maldad de mis enemigos? Ellos confían en sus riquezas y se jactan de sus muchos bienes, pero nadie puede salvarse a sí mismo ni pagarle a Dios para salvar su vida. ¡No hay dinero que compre la vida para siempre!

 Se ve que todos mueren por igual, lo mismo los sabios y los tontos, y quedan para otros sus riquezas. Aunque dieron su nombre a sus tierras, el sepulcro será su hogar. ¡Allí se quedarán para siempre! 

Nadie es eterno, por muy rico que sea, muere lo mismo que los animales. Así acaban los que en sí mismos confían; así terminan los que a sí mismos se alaban. Para esa gente, la muerte es el “pastor” que los conduce al sepulcro como si fueran ovejas. 

Cuando llegue la mañana, los buenos triunfarán sobre ellos; su fuerza irá decayendo y el sepulcro será su hogar. Pero Dios los salvará del poder de la muerte, porque nos llevará con Él. 

Si alguien se hace rico y aumenta el lujo de su casa y de sus cosas, cuando muera nada llevará: ni su lujo le seguirá al sepulcro. Aunque se sienta “feliz” mientras vive, y la gente lo alabe por ser rico, el día de la muerte llegará y no volverá a ver la luz. 

Nadie es eterno, por muy rico que sea morirá. Alfonso Milagro Dice: 

¿Te fijaste cómo se consume la vela? Da luz, disipa tinieblas, pero a costa de su propia existencia…se va consumiendo, deshaciendo, desapareciendo... Cuanta más luz da, menos le queda para ella. Y cuando ya no puede ser útil, deja de existir. 

Así debemos ser nosotros a costa de ciertos disgustos. Este debe ser nuestro programa de vida: dar felicidad a los otros, aunque ello suponga renuncias y privaciones. Así como lo hizo Jesús, el Señor. 

Cuando una mamá nos la vida, sufre; pero ella en su propio hijo cobra nueva vida, valor y amor. Es hermoso llegar al final de la vida teniendo conciencia de que nos hemos consumido por el bien de los demás. No es fácil. Es el precio de la eterna felicidad. ¡Ta upéicha

jueves, 17 de octubre de 2024

LAS SIETE …. ¡Maravillas del mundo!

 
Se lee en el web católico de Javier: A un grupo de estudiantes de secundaria se les pidió hacer una lista de lo que ellos pensaban que eran las “7 maravillas del Mundo actual”. A pesar de algunas diferencias, las siguientes fueron las más votadas: 

1. La pirámide de Chichen Itzá en México. 2. El Taj Mahal de la India. 3. El templo de Petra, en Jordania. 4. El coliseo de Roma.5. El Machu Pichu, del Perú. 6. El Cristo Redentor, de Río de Janeiro y 7. La Gran Muralla China. 

Mientras contaba los votos, la maestra notó que una niña no había terminaba de listar sus sugerencias. Entonces le preguntó si tenía problemas con su lista. La niña respondió: 

“Si, un poquito. No puedo decidirme…porque hay muchas”. La maestra entonces le dijo: “Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar”. 

La niña pensó un instante, luego leyó: “Yo pienso que las siete maravillas del mundo” son:

1. Poder ver...
2. Poder oír...
3. Poder tocar...
4. Poder probar...
5. Poder sentir...
6. Poder reír...
7. Y poder amar…
 

Hubo un silencio en la clase, tanto que, se hubiera escuchado la caída de un alfiler. 

Fin: ¡Las cosas simples que a veces tomamos como tales, son sencillamente maravillosas! Luego Entonces alguien dijo: Un recordatorio a tener siempre presente es que: “Las cosas más preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero”. ¡Ta upéicha!

martes, 15 de octubre de 2024

PIRE PERERÎ ... ¡Suceptiblidad!

 
“Pire pererî” en guaraní significa piel fina. Según María Moliner, susceptible es la persona que piensa que lo que otros dicen o hacen son ofensivas. Luego, sería una característica de las personas paranoicas, tener mucho miedo. Desconfían de todos, por creer que los demás tratan de causarle daño. 

Es frecuente encontrar gente que tiene la epidermis muy delicada. En las redes sociales se les suele denominar “pire pererî vulgaris”. Es lo contrario del pire atâ (piel dura o curtida) o pire anambusú (piel gruesa), a los que nada les daña.

“Sea como sea el estilo de vida que llevemos, está claro que tarde o temprano terminamos topándonos con personas susceptibles. Que a la mínima crean dramas y que, aunque no tengan por qué disfrutar con los conflictos, lo cierto es que lo llevan todo al terreno personal con mucha facilidad. (Arturo Torres): 

Según Arturo Torres: Las características de las personas susceptibles son las siguientes: 

1. Ante la ambigüedad, ven conflicto. Cuando esto ocurre, las personas especialmente susceptibles asumen el peor escenario posible, y se imaginan fácilmente ofensas dirigidas hacia ellos. 

2. No se paran a reflexionar sobre su enojo. Otro de los aspectos básicos de las personas susceptibles es que no se paran demasiado a plantearse qué ocurrió realmente cuando se sienten ofendidas. No siempre se enfrentan a quien según ellas les ha atacado. Es posible adoptar una actitud pasivo-agresiva. 

3. Intentan que la conversación gire alrededor del supuesto ataque, dado que le dan mucha importancia a la causa de su malestar que pueden intentar dejar de lado el tema de conversación que se estaba tratando antes, o lo que se estaba haciendo. 

Si algo nos caracteriza como especie, eso es la diversidad. Los seres humanos somos capaces de adoptar muchas maneras de vivir la vida, y por eso tenemos diferentes personalidades, actitudes y maneras de percibir la vida y las relaciones personales. 

Nuestra diversidad hace que, en algunos casos, nos encontremos con personas con rasgos personal muy extrema. Cuando estos rasgos tienen que ver con actitudes hostiles o la facilidad para generar conflictos, puede llegar a ser un desafío tratar con esos individuos. 

La gente pire pererî es una realidad. Así, es mejor saber gestionar nuestras relaciones personales. Luego:

1. No ridiculices. A veces, la susceptibilidad de quien habla con nosotros puede parecernos una broma. Pero, el motivo de su enojo es muy real. El primer paso es aceptar que se han ofendido de verdad. 

2. Discúlpate solo cuando haya motivos. Pedir perdón no te hace menos ni te rebaja. Todo lo contrario.

3. Si vas a criticar, adopta una perspectiva impersonal y constructiva, no personal. Hazlo refiriéndote siempre poniendo énfasis en lo que se puede mejorar, y no en lo que está mal. 

4. Usa un lenguaje no verbal no hostil. Tus posturas y gestos deben denotar confianza y aceptación, y no hostilidad o una actitud a la defensiva. Evita posturas encorvadas o mantener los brazos cruzados y muestra que el contexto no se merece ver a un enemigo en la otra persona. 

5. Mantén una actitud educada, pero no te obsesiones. Tener miedo a ofender a la otra persona no tiene sentido, porque eso genera un ambiente enrarecido al que las personas pire pereri tienden a ser sensibles. Asume que no tienes por qué intentar controlar plenamente la situación, y mantén unas normas básicas de educación. ¡Ta upéicha

viernes, 11 de octubre de 2024

A PALABRAS AGRIAS … “Respuestas Suaves”

 

“La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más. Una respuesta amable calma la furia, una palabra hiriente hace que aumente la cólera”(Proverbios 15, 1) 

La blanda respuesta quita la ira, la palabra áspera hace subir el furor”. Si hablas con bondad, las personas que estén enojadas se tranquilizarán. Si hablas gritando, sólo se enojarán más”. (Pr. 15:1) 

“Recibir mensajes desagradables -es parte de las conversaciones- pero evitarla tampoco ayuda a mejorar la situación, porque posponer el diálogo puede resultar peor. Existen algunas prácticas que pueden ayudar a suavizar el momento y mantener nuestras relaciones personales intactas. Afirma Vero Saldaña.

“Según la actriz británica Rebecca Knight, la clave está en aprender y entrenar sobre cómo manejar estas conversaciones, para así disminuir el dolor que pueden ocasionar en nosotros y nuestro interlocutor, y rescatar un resultado positivo de la misma”. 

*Cambia tu mentalidad. Si piensas que vas a tener un diálogo “difícil”, entonces te predispones a sentirte molesto y nervioso. Dale un giro positivo, piensa qué bueno es comunicar una retroalimentación con muchas áreas de oportunidad, es decir, intención ayudar a la otra persona, mostrarle en qué aspectos puede mejorar. 

*Respira. Respirar profundo ayuda a calmarnos y así, poder manejar mejor un diálogo difícil. Hacer pausas a lo largo del día ayuda a reenfocarnos y puede servir cuando una conversación se torna dura. Si es el caso que un colega discute contigo de manera áspera, excúsate. Toma un tiempo para calmarte, camina, respira. 

*Planea tu conversación. Planear lo que vas a decir y cómo lo vas a decir. Es improbable que la conversación vaya a desarrollarse de acuerdo a nuestros gustos. Pensar con antelación los posibles caminos que puede tomar, ayudará a estar mejor preparado.  

La estrategia de tu conversación deberá ser flexible y tu lenguaje simple, claro, directo y neutral. Empatiza con la perspectiva de tu interlocutor. Antes de ir directo al tema, hazte dos preguntas: ¿Cuál es el problema y cuál es el problema según mi interlocutor?  

Conocer el punto de vista del otro es importante para demostrarle que nos interesa entender su punto. Escucha detenidamente qué dice y cómo lo dice, y toma un momento para procesar esta información. Así, se podrá encontrar el terreno común sobre el cual ambos pueden construir juntos. 

Conversa lento y escucha. Para mantener las tensiones a raya, disminuye el ritmo del diálogo. Hacer pausas antes de contestar, da la oportunidad de meditar tu respuesta y escoger las palabras correctas.  

Ayuda a calmar los ánimos de la otra persona. Si tomas tiempo de escuchar el mensaje de tu contraparte, podrás conocer mejor su inquietud y atenderla de mejor manera. Que tu lenguaje no verbal coincida con tu atenta escucha. 

Si la conversación trata sobre un asunto que afectará a otra persona, como un despido, ofrecerle algo a cambio: escribir una carta de recomendación favorable. O si se trata de rechazar alguna tarea que no te es posible realizar, ofrece alguna alternativa que le demuestre al otro que tienes respeto e interés en ayudar. Reflexiona y aprende. 

Después de sostener un diálogo difícil, es valioso evaluar el resultado. Piensa en el porqué de tus acciones y qué podrías hacer diferente. Además, es provechoso ver el modo en que otras personas sostienen conversaciones difíciles y aprender de sus tácticas. ¡Ta upéicha! 

lunes, 7 de octubre de 2024

¡DIOS MÍO! ... ¿Por qué sufrimos?

 La biblia dice que Dios es amor y bendición para quienes confían en Él. Dios nos ama, bendice, provee, sana, libera, salva, trae plenitud, protege. Pero, ¿Por qué sufrimos? 

Hace falta entender que el motivo básico del sufrimiento es el pecado. Desde aquel “fatal error gastronómico”, ocurrido en el paraíso (desobediencia al comer del fruto prohibido). Así, enfermedad, traición, dolor, injusticia, y la muerte seguirán siendo parte de esta humanidad. 

El sentido del sufrimiento es hacer el bien al que sufre. “No nos está permitido “pasar de largo”, con indiferencia. sino que debemos “pararnos” junto a Él. (Juan Pablo II).

Enfermedad, sufrimiento y dolor, es un combo de males que acompaña al humano durante toda su vida. Producen angustia, depresión, rebeldía, contra todos y contra Dios. Indican impotencia, límite, finitud. Y anuncian su destino final: La muerte.

¿Por qué sufrimos? ¿Se puede ser feliz sufriendo? Veamos: La mutilación de un miembro o la muerte en una ruta: ¿A quién culpar … a la borrachera de otros…a la mía… al pavimento? ¿Qué tiene algo que ver Dios en el suceso?

Algo propio en el ser humano es el castigo por el pecado. Preguntamos: ¿Por qué a mí? ¿Qué hice? “Todos nacemos hambrientos, necesitados y con tendencias al mal”. Muchas conductas tan nuestra-ñane mba é- son causas de sufrimientos. Algunos ejemplos: 

*Se pisotean derechos ajenos. En vez de reconocer las faltas, groseramente se amenaza. Se roban el puesto de los demás en la fila. Se molestan con polución sonora… 

*Choferes varones y mujeres cierran el paso a otros. Estacionan el espacio peatonal atropellando sus derechos. 

*Arrojan cloacas y basura a la calle, lo mismo hacen desde sus vehículos sin sonrojarse. El caradura, tová atá, dirá: “Para eso están los barrenderos”. No faltan quienes largan a sus perros a la calle…Estos deben estar en casa y bien cuidados. 

*Ocupan las veredas, exponiendo la vida del peatón, obligado a transitar por la calzada. Y tantas violaciones más, propias de este maximísero y errante país, copado por ignorantes, matones y prepotentes -mbareté pokaré. 

Con razón dice Carlos Díaz Hernández: “El humano de hoy es un animal enfermo, etimológicamente hablando (in-firmis, no firme): camina con un pie más corto que otro, hipertrofia su brazo tecnita a costa de la bella alma de santo: una especie en pañales en su desarrollo moral. 

Respetar es ponerse en lugar del otro, saber que puedo lastimarlo; que debo respetar normas. Si deseo ayudar para una mejor sociedad, debo evaluarme y avanzar en ese proceso de ser menos irracional, es decir, menos “bestia”.

Vivimos en sociedad. Es hora de corregirnos los unos a los otros: caso contrario lloraremos cuando unos “desubicados abortos sociales” nos hagan sufrir. Lloraremos como rebaño lo que no hemos sabido defender como personas libres y solidarias. 

Este tipo de gentuza provoca dolor debido a su amasado embrutecimiento. Así la gente sana, comencemos a hacer el bien para no seguir diciendo inútilmente: “Es preciso que todo cambie para que todo continúe”. ¡Ta upéicha!

martes, 1 de octubre de 2024

¿HOMBRE O MACHO?

 
Dice Juan Sebastián Barriga Ossa: Es difícil ser hombre. Desde que nacemos nos hacen creer que es fácil. Pero no, es jodido, tan jodido que pocos realmente se atreven a enfrentar su masculinidad ¿No me cree? Pónganse a pensar en lo que le enseñaron de chiquito. 

A ser el más fuerte, a ganar todas las peleas, a poseer a todas las mujeres, a proveer, a mantener, a siempre tener valor, a verse como hombre, a hacer cosas de hombre, a no necesitar ayuda. Pero cuando no pudo cumplir con esto ¿qué sintió?, tal vez miedo o confusión, o más bien debilidad.  

En décadas pasadas, a los varones nos enseñaron a no ser débiles, porque, cuando nos sentimos débiles no sabemos qué hacer. Muchas veces, esa incapacidad de controlar nuestros sentimientos se convierte en frustración, en rabia y sobre todo en violencia. 

Preguntemos: ¿Cuándo no pudimos cumplir con el rol de macho? ¿Cuándo la presión pudo más que su voluntad, cómo actué? ¿Cuándo fue la última vez que pude llorar? 

No es fácil ser hombre porque siempre estamos en una competencia, siempre tenemos que vencer o conquistar y cuando no podemos… nos dicen que está bien tomar, poseer, arrebatar, imponer. Abusar.  

José Manuel Hernández psicólogo, trabaja con hombres abusadores, dice: "cuando nacemos, a los hombres nos repiten una serie de conductas: que debemos ser fuertes, que un hombre no llora, etc". 

Estos ideales o modelos son una especie de libretos que tenemos que cumplir en nuestras vidas para ser aceptados en la sociedad como hombres y suelen ser imposiciones creadas por el sistema patriarcal.

Un macho nace, pero solo un ser humano maduro puede ser hombre”, dice un dicho. “Ser macho no es más que una cualidad del hombre. Un hombre es el que se esfuerza por demostrar sus emociones, que se hace cargo de sus acciones y respeta a la mujer”. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el 12,6 por cada 100.000 hombres se quitan la vida en comparación a 5,4 por cada 100.000 mujeres, o sea el doble.  

Esto ocurre porque la mayoría de los hombres no expresan sus sentimientos sumado a la presión social de ser proveedores y cabezas del hogar. Genera un cúmulo de frustración que explota de algún modo. 

Algunos no aguantan y deciden quitarse la vida y otros descargan su desconsuelo contra las que creen más “débiles”, que son de “confianza” o que dominan, como a su familia. Luego, seamos hombres y no machos. Somos creados a imagen y semejanza de Dios, que no es poca cosa. ¡Ta upéicha!