viernes, 14 de febrero de 2025

¿O PROGRESÁ.... LA ATRASO?

 
¿Qué es hoy el ser humano ante un teléfono móvil (celular)? Con los avances en la ingeniería informática y la creciente tendencia al uso de la tecnología en cada rincón del mundo, no pocos terrícolas aseguran que más temprano que tarde, las máquinas, irremediablemente, reemplazarán a los humanos. 

Jessica Gamiño González se pregunta: ¿Como la tecnología reemplazó al hombre? Gracias al desarrollo de la inteligencia artificial, en las últimas décadas se hicieron populares profesiones que antes no existían o no eran conocidas en el mundo. Estos puestos son los derivados de la ingeniería robótica, desarrollo de la informática. 

¿El ser humano puede volverse obsoleto? Con los recientes avances en la ingeniería computacional y la creciente tendencia al uso de la tecnología en cada vez más espacios, hay quienes piensan que algún día las máquinas reemplazarán a los humanos.

Sobre la posibilidad de que las máquinas sustituyan al ser humano, Gershenson, doctor en diseño y control de sistemas… aseguró: a pesar de que las máquinas derrotaron al hombre en distintas disciplinas (…) como por ejemplo en el ajedrez…estamos demasiado lejos de que una máquina pueda reemplazar a un humano. 

Para Gershenson, Ingeniero en computación, es vital definir, qué tanto una conducta humana es “inteligente” y qué tanto es la conducta no humana. Ejemplo, las habilidades humanas que nunca lograrán la computadora, entre otras son: Empatía, Creatividad, Capacidad de juicio, Planificación, Compasión, Solidaridad, Amor…. 

Dice un anuncio divulgado el 01.11.2022: “Por nuestra parte, entendemos la adaptación como ventaja vital con la que contamos los humanos sobre los robots. Los humanos siguen siendo superiores a los robots para cambiar nuestros planes, pensamientos y acciones en respuesta a circunstancias cambiantes y nuevas decisiones. 

Imagina un robot reemplazando al sacerdote, psiquiatra, abogado o juez cargando sus dilemas morales o legales. Terrorífico, ¿verdad? No toda habladuría-ñe'êrei- es totalmente blanco o negro. Gran parte está determinado y afectado por un sentido humano propio de lo correcto y lo incorrecto 

Que una máquina piense con lógica ante la consulta de algún paciente con problemas de memoria, es rechazable. La idea de “debería” no existe en la mentedel robot. La tecnología es asombrosa. Pero jamás tendrá amistad. consideración, empatía, solidaridad ni amor, pues son valores que solo posee el ser humano.

lunes, 20 de enero de 2025

REMAR CONTRA CORRIENTE … ¡Extrema valentía hoy!

 
Es harto frecuente la generalizada queja de padres, profesores y autoridades sobre tanto desajuste moral en la sociedad. Pero el “plagueo”, al parecer, carece de fuerza. ¿Por qué? Porque poco o nada se hace para contrarrestar lo que tanto dice molestar. 

Ser cristiano en el mundo hoy implica remar contracorriente”. (Benedicto XVI). Veamos sólo algunos de los tantos vicios que no logramos superar: 

a) Muchas fiestas adolescentes, desde los 13 años, consisten en verdadero culto a Baco: alcohol, sexo y drogas. Liberados por efecto de la bebida, fornicar es la regla. Esta actividad perruna, se puede observar, al son de molestosos ruidos (música) en cualquier calle. 

b) El salvajismo y la brutalidad con que se conduce un vehículo, (criatura en regazo del chofer con el consabido riesgo para su vida; polución sonora que trabajadores sufren por no poder descansar en sus casas; los disparos de arma de fuego de ignorantes brabucones, festejando quien sabe qué cosa; molestosa quema de basura, entre otros desatinos tan nuestro.  

c) Ante el riesgo de embarazo de hijas-niñas, delicadas mamás acuden a un buen número de medidas, entre las que se hallan la píldora abortiva (aborto químico), cuando no, los abortos quirúrgicos. 

d) Muchos medios de información como las teleseries, redes sociales, la televisión, la calle, además de prostíbulos, son los verdaderos educadores de nuestros hijos, porque fomentan la homosexualidad, la pedofilia, entre otras desviaciones, y los padres pecamos de inacción ante tanto residuo tóxico para la salud moral. 

¿Cuál es la solución? ¡Remar contra corriente! El origen de todos los males es la cómoda cobardía de los padres que no se animan a corregir a sus hijos. Cobardía de los profesores para no “caer mal” Cobardía de las autoridades para no perder votos o para evitar “choques”. Cobardía de los medios de comunicación que venden basura, por mantener la audiencia. 

Nada de lo dicho es nuevo. El que camina con los dictados de la “moda”, será siempre uno más del montón, haciendo lo mismo que hacen y dicen los otros. Si queremos cambiar este caos establecido, “debemos ser valientes para hacer lo que es correcto, es decir, ser discípulos de Jesucristo, llamados a remar contra corriente”, nos recuerda el Papa Francisco. 

El cambio depende de cada uno. ¡Porque nadie puede hacer por mí lo que yo debo hacer!

viernes, 17 de enero de 2025

IGLESIA Y POLÍTICA ... ¿Son incompatibles?

 
Se dice una y otra vez -en el verdadero sentido de la palabra-, que política es el conjunto de verdades teóricas y prácticas que conciernen a la sociedad civil y al Estado. Es decir, a verdades que se refieren a la sociedad y al fin para el cual ha sido constituida. 

Política, según algunos Papas, es el acto más sublime de ejercitar la caridad, habida cuenta que ella se realiza para el logro del bien común. 

Pero también tiene un sentido despreciativo, entendiéndose en este caso, por política, la lucha entre partidos políticos y adherentes: intrigas, calumnias y demás perlas de las cuales hace gala una mayoría de nuestra fauna política-partidaria. 

La Iglesia no tiene la misión de hacer política, propiamente dicha. No se ocupa de cuestiones de técnica política: en la formación del gobierno, en la elección de autoridades, etc. Estas dependen solo de la libre elección de los ciudadanos. 

Pero la Iglesia tiene la doble misión de: recordar los principios de orden moral que guían la actividad humana, tanto política o de otra naturaleza, y señalar a sus hijos, dónde está el deber moral y en qué condiciones deben cumplirlo. (Jean Verdier, Cardenal de París-1920). 

Luego, la Iglesia no está fuera, sino por encima de los partidos, en el sentido de que las acciones de los políticos, siendo actos humanos, deben orientarse hacia su último fin, que es el bien común de la gente que vive en la “polis”. 

Entonces, si un político se dice cristiano, sus acciones deben ser guiadas por actitudes cristianas: solidaridad, respeto, responsabilidad, honestidad y demás virtudes propias de quien se dice o hace llamar cristiano. Es una deducción lógica que no admite discusión. 

Se equivocan aquellos que quieren arrinconar a la Iglesia en sus templos, como afirmara certeramente Juan Pablo II, más aún si quienes pretenden tal despropósito, se declaran seguidores de Cristo. ¿No es tal pretensión un colosal disparate? 

En nuestra fauna política casi el 90% de los políticos se declara cristiano y muchos sin empacho, ensayan grotescamente ciertos pasajes bíblicos; pero sus actos gritan que se deleitan en su soberbia y acaban sintiendo temor y asco por la excelencia de la verdad. ¡Grave problema ético! 

Las conciencias pueden estar averiadas, ya que “Somos muy aficionados a decir que buscamos la verdad, pero muy reacios a aceptarla” (É. Gilson, filósofo e historiador francés). Amar la verdad es la primera condición para conocerla en profundidad. 

¿Cuántos de nuestros tribunos-políticos conocen la verdad? ¿Cuántos son como Pilato? 

Por ello, la Iglesia tiene mucho que decir a los políticos y demás autoridades que tienen la grave misión de gobernar un pueblo. Al fin y al cabo, todos somos iglesia, es decir, parte del cuerpo místico de Cristo. 

El político que pueda entender esta verdad, que lo entienda. Será de mucho provecho personal como también para la comunidad a la cual dice servir. ¡Ta upéicha